Etxerat informó ayer de que más de 50 presos políticos vascos han sido trasladados de cárcel durante el mes de febrero y a casi una treintena les han cambiado el destino.

Asier Arzallus ha sido enviado de Soto del Real a Sevilla; Gotzone López de Luzuriaga, de Jaén a Valladolid; Asier Kintana, de Soto del Real a Valdemoro; José Ramada, de Castelló a Villabona; Mila Ioldi, de Badajoz a Villabona; José Miguel Etxeandia, de Alcalá a Burgos; Joseba González, de Albocasser a Foncalent; Koldo Carrasco, de Villabona a Langraitz; Angel López, de Aix-Luynes a Soto; José Cruz Mariezkurrena, de Soto a Estremera; Josune Balda, de Soto a Alcalá; Kristina Goirizelaia, de Fleury Mérogis a Bapaume; Ainhoa Barbarin, de Soto a Valencia; Lorentxa Gimon, de Roanne a Rennes (tras 39 días en huelga); Aitor García, de La Santé a Clairvaux; Ibon Arbulu, de Soto a Teruel; Pello Olano, de Soto a Valdemoro; e Idoia Martínez, de Estremera a Villabona.

Detenidos en las últimas semanas como Euri Albizu -trasladada de Soto a Estremera-, Faustino Marcos -de Soto a Navalcarnero-, Urtza Alkorta, Xeber Uribe, Asier Badiola -los tres de Soto a Estremera-, Zunbeltz Bedialauneta -de Soto a Navalcarnero- y Adur Aristegi -de Soto a Aranjuez- también han sido cambiados de destino.

En Bilbo, 150 personas se concentraron anoche ante el Arriaga.