Tras su empate a cero frente a Camerún, Italia parece llegar en su mejor estado anímico para aspirar al pentacampeonato. Es decir, en medio de las dudas, las criticas del respetable y la prensa, amén de un importante debate sobre la composición del equipo. Con esos ingredientes, los azzurri han logrado algunas de sus principales hazañas, incluidos los cetros de 1982 y 2006.

Marcelo Lippi afirma tener ya completamente decidido «un bloque de 16 futbolistas para el Mundial». Restan siete plazas. En la prueba ante los leones indomables, el técnico no pudo contar con Buffon. El meta juventino se operó de su lesión de menisco y De Sanctis, portero del Napoli y ex del Sevilla, parece la segunda opción pero existen más dudas sobre el tercer guardameta. Marchetti del Cagliari parece tener ventaja sobre el joven Sirigu, último en llegar y sensación en el Palermo. Sirigu ha logrado desbancar de la selección a Amelia, el suplente de Buffon en 2006 y actual meta del Genoa.

Atrás, Lippi recuperó al milanista Bonera e hizo debutar al joven Bonucci, central del Bari. Otras de las recientes incorporaciones a la zaga azzurri son Maggio del Napoli y Cassani del Palermo. En la medular, la gran sorpresa fue la inclusión del veterano Cossu, un mediapunta que está destacando en el Cagliari. En lo que al ataque respecta, lo más destacable fue el retorno de Borriello al equipo nacional. Un conjunto con ausencias muy ilustres como la del mencionado Buffon, Zambrotta, Grosso, Aquilani, Camoranesi, Gilardino, Iaquinta, Rossi y Luca Toni.

Músculo y fantasía en la «Canarinha»

Brasil, por su parte, cumplió el guión ante Irlanda. Dunga cuenta con músculo y talento a partes iguales. Todos los jugadores superan el 1'80 de altura, tiene a los mejores laterales del mundo, cemento armado en el centro del campo y fantasía en los últimos tres cuartos de cancha. Ronaldinho y Pato parecen casi descartados, mientras que Bastos (Lyon), Silva (Milan), Carlos Eduardo (Hoffenheim) y Grafité (Wolfsburgo) tocan con la punta de los dedos el ir al Mundial.

En Saint Denis se midieron Francia y España. Los galos continúan con su crisis y la afición exigió la marcha de Domenech. Sin rumbo alguno, los bleus siguen sin encontrar algo de calma. Ausentes siete futbolistas que disputaron el play-off ante Irlanda, el seleccionador confió en el corso de origen marroquí Adil Rami, en Michel Ciani y en Aly Cissokho -lateral zurdo del Lyon, descartado por el Milan debido a una infección bucal- para la zaga. Sorprende la ausencia de Tremoulinas, lateral zurdo del Girondins. El futbolista nacido en Islas Reunión es el máximo asistente de la Liga gala y suena para el Arsenal, Juve, Fiore o Madrid. En el centro del campo, la gran novedad es Moussa Sissoko. Centrocampista con llegada del Toulouse y al que comparan con Mamadou Diarra. Es casi seguro que estará en Sudáfrica.

Los españoles lo tienen claro. Del Bosque llamó a 23 jugadores y salvo sorpresa todos parecen fijos. Arbeloa hará las funciones de suplente en ambas bandas, por lo que las opciones de Iraola y Monreal son casi nulas. En el medio campo, únicamente Santi Cazorla podría tener alguna posibilidad de volver y en ataque Álvaro Negredo le ha comido la tostada a Fernando Llorente.

En Múnich se vivió uno de los choques más atractivos con Alemania y Argentina midiendo sus fuerzas. La albiceleste logró llevarse el gato al agua y respirar algo más tranquila. Maradona da la impresión de haber ensamblado un bloque medianamente estable tras haber probado a más de 60 futbolistas. Lo más reseñable, su apuesta ya casi definitiva por Romero del AZ y Andújar del Catania en la portería, que tiene fe ciega en Jonás Gutiérrez aunque juegue en la First División y la confianza depositada en el joven Pastore tras su gol ante Catalunya. Contra los germanos, Maradona convocó a 20 futbolistas por lo que los descartados Gago, Cambiasso, Perotti, Lucho, Maxi, Palermo, Lavezzi o Lisandro aún tienen opciones.

Dos apuntes más en clave albiceleste. El primero, que Demichelis estará un mes de baja tras fracturarse el pómulo y, el segundo, las palabras de Tévez sobre el affaire sexual en el que se han visto implicados Terry y su compañero de equipo Bride. Según «el apache», el capitán de los blues «tiene suerte, ya que en mi barrio ya le habrían partido las piernas o no habría sobrevivido».

¿Dos hermanos frente a frente?

Respecto a su rival del miércoles, Joachim Löw hizo una apuesta por los jóvenes. Convocó a los adolescentes Kroos y Müller, las dos grandes apuestas del fútbol alemán para los próximos años. En la zaga también destacó el retorno del joven Boateng. Un futbolista que podría llegar a enfrentarse a su hermano Kevin en Sudáfrica. Se trata de una circunstancia inédita, que dos hermanos se vean las caras defendiendo a selecciones distintas en un Mundial. Jerome a Alemania y Kevin -ambos son hijos del mismo padre, pero no de la misma madre- lo haga con Ghana. Ambos han nacido en Alemania, pero el origen ghanés del progenitor permite a uno de ellos jugar con los africanos.

En Inglaterra las aguas ya bajan más tranquilas tras la retirada de la capitanía a Terry y la decisión de Bridge de renunciar al Mundial. Los de Capello remontaron ante Egipto con Rooney en plan estelar. Las dudas más importantes se centran en conocer al goalie de la selección. El veterano David Calamity James y el hammer Robert Green se disputan el number one del equipo. La otra incógnita reside en saber cual será el compañero de Rooney arriba. Frente a los faraones le acompañó Defoe, pero los pross funcionaron mejor con la entrada de Peter Crouch.

Sensaciones bien distintas mostraron Holanda y Portugal. La orange ha encontrado en Stekelenburg al sustituto de Van der Sar y añora la recuperación de Van Persie. Los lusos, en cambio, siguen generando dudas a pesar de su triunfo ante China. Lo más destacable, la presencia del meta blue Hilario en la lista y las bajas de Deco o Maniche.