Maite SOROA | msoroa@gara.net
Urgencia por una letra
Se les ve ilusionados a los del nacionalismo español por la posibilidad de que su selección gane el Mundial de Fútbol. Y con las ilusiones vienen las preocupaciones.
Manuel Jiménez de Parga, que fuera presidente del Tribunal Constitucional, se encargaba ayer en «El Mundo» de mostrar las razones de sus angustias y proponer una solución casi mágica.
Jiménez de Parga constataba que, en Europa, «se convive con vecinos que nacieron en lugares diversos, a veces muy lejanos. La identidad del grupo originario corre peligro. ¿Qué se puede hacer para afrontar el riesgo?», y que para evitar la desnacionalización, «los franceses (que) empiezan a ser conscientes de la pérdida de su identidad nacional» han resuelto «insistir en la obligación para los escolares de aprender de memoria su himno, La Marsellesa, con el fin de reafirmarles en los grandes principios de la República». Mira tú que listos los franceses.
El drama que atenaza a Jiménez de Parga es que «nuestro Himno Nacional no tiene letra y de esta carencia se aprovechan los que desean convertir a España en una organización territorial compuesta de varias naciones». España, pues, en peligro.
Pero Jiménez de Parga no pierde detalle de cuanto acontece: «Los gritos contra los Reyes en Bilbao hace unos días, en la final del campeonato de baloncesto, es otra prueba de lo que esos antiespañoles pretenden imponernos». Si fuera honesto, Jimenez de Parga reconocería que lo que se pretendía imponer era el himno español. ¿O no?
A partir de ahí desgrana sus propuestas para evitar la catástrofe: «Los españoles necesitamos más que nuestros vecinos del norte unos símbolos que refuercen el sentimiento nacional», para preguntarse a continuación: «¿Cuándo se reabrirá el concurso para dotar de una letra al Himno Nacional?» ¡Pero si ya tienen la de Pemán!
Y, al final, concluye con energía: «Hay que dotar de letra a La Marcha Real. Sería un paso adelante en el camino de la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». Pues que canten el Porompompero y les dirija Manolo el del bombo.