La 2 estrenó ayer lunes un magacín de mediodía con el título «Para todos La 2». Quizás sea esta titulación una declaración de principios, un manifiesto de intenciones. Para todos, es un poco excesivo, pero entendiendo que lo que intentan es acercarse a asuntos de mayor identidad social, que escapen de la confrontación partidista chata, que sean políticos en el noble sentido del término, ya que se preocupan de legislaciones, situaciones que afectan a unos pocos o a unas mayorías, que deben ser mejoradas, comprendidas, conocidas para que se puedan buscar soluciones que nos ayuden a todos, para encabezar la manifestación por una sociedad mejor.

Vale, dicho lo anterior, que se acerca a las intenciones, a el fondo, a las pretensiones, vayamos a las formas que son, en ocasiones, tan definitorias como los asuntos que tratan, y aquí nos encontramos ante un escenario clásico, con público en el plató, una mesa para el debate, unos espacios para la entrevista más íntima y dos presentadores que se mueven, que interpelan al público asistente que, curiosamente, en este primer día de emisión era mayoritariamente joven, lo que ya empieza a darnos más pistas sobre el campo de acción, hacia el público al que pretenden llegar con esta nueva oferta. Esta disposición clásica del espacio, nos coloca en una pequeña contradicción ya que encontramos que es demasiado convencional, que no aporta mucho, pero a la vez que este clasicismo coadyuva a que se mantenga un tono de debate, de tertulia, de afrontar los asuntos planteados con una mayor disposición a la argumentación.

¿Puede el espacio solo ayudar a esa disposición al diálogo y la argumentación? Obviamente, no. Pero sí que si se utiliza desde la realización un juego de planos que sí vayan aposentando las intervenciones y no crispe, si se da el tiempo suficiente para el desarrollo de cada idea de cada invitado a la mesa, entonces este clasicismo es positivo, aunque choque con el público juvenil tan digitalizado y sobreexcitado en otras programaciones. Seguiremos el camino de esta nueva propuesta. A lo mejor han acertado, precisamente, por hacerlo como siempre, cuando se hacían las cosas bien.