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Caso Falange y Tradición

La Audiencia Nacional abre un conflicto jurídico al rechazar el caso de Falange y Tradición

El texto de la juez desvela los actos que se le imputan a Falange y Tradición, sin descartar otros que puedan aparecer durante la investigación. Concreta que les fueron incautadas una escopeta, un fusil y armas blancas, y que la Guardia Civil había pinchado sus teléfonos antes de la aparición del comunicado. Sin embargo, dos semanas antes de la publicación de la reivindicación, la Audiencia Nacional sobreseyó el caso, y posteriormente también se ha negado a asumirlo.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

El Supremo deberá dilucidar a quién le corresponde juzgar a Falange y Tradición y, por tanto, si sus actos pueden considerarse «terrorismo». La juez navarra Paz Benito Osés ha decidido llevar la batalla competencial hasta al Alto Tribunal, después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno rechazara el caso contra las tesis de su propia Fiscalía.

La juez Benito, en el escrito remitido al Tribunal Supremo, defiende que los delitos de Falange y Tradición deben encardinarse en el epígrafe de «terrorismo», puesto que detalla que estamos ante «una pluralidad de acciones violentas con clara intencionalidad subversiva, provinientes de un grupo extrema dere- cha, organizado, estable, armado, con vocación de permanencia y jerarquizado».

A juicio de la magistrada de Iruñea, las acciones de Falange y Tradición no pueden ser entendidas como una cadena de hechos delictivos, sino como un todo con «gravedad y capacidad suficiente para amedrentar a un grupo concreto de población». Benito recuerda el propio comunicado del grupo, en el que fijaba como objetivo de sus acciones «a los enemigos de la patria: el separatismo terrorista, el comunismo criminal y el liberalismo anticristiano».

La Fiscalía de la Audiencia Nacional abrió camino en septiebre del pasado año para que los neonazis fueran perseguidos en la Audiencia Nacional. A juicio del fiscal Zaragoza, que estos grupos pretendan alterar la paz pública, subvertir el orden constitucional y atemorizar a sectores de la población es motivo suficiente para procesarlos por el artículo 577 del Código Penal. Zaragoza nombró al fiscal Daniel Campos para el tema, pero éste no consiguió convencer al juez Moreno para que se hiciera cargo de la investigación. Actualmente, otro grupo de carácter neonazi está a la espera de ser juzgado en la Audiencia Nacional por un ataque contra una mezquita en Reus.

Por otra parte, el documento que la juez Benito ha remitido al Supremo desvela muchos de los detalles de la ``Operación Quimera'' que seguían ocultos. La Guardia Civil decidió darla por cerrada tras detener a cuatro navarros (Javier López Monreal, Fermín Domingo Turrillas, David Murillo y José Ignacio Irusta) y a un joven de Irun, Borja Pérez Illera.

El texto remarca que fue la Audiencia Nacional quien dio la orden de pinchar los teléfonos de los acusados, antes incluso de que saliera el comunicado de reivindicaciones con el que se dio a conocer el grupo. Estas escuchas cesaron dos semanas antes de la aparición del manifiesto. La Audiencia Nacional de- terminó el «sobreseimiento provisional» del caso el 8 de septiembre, a pesar de que agosto fue el mes con mayor actividad delictiva por parte de Falange y Tradición.

Irusta era el líder de la banda

En el texto remitido por la juez se detalla que José Ignacio Irusta era el líder de la organización, «quien marca los objetivos, las acciones a realizar, y es quien convoca a la gente para las actuaciones que se van a llevar a cabo». Irusta (que ha confesado ser el autor de todos los actos reivindicados) se encuentra en libertad bajo fianza, al igual que sus compañeros. Tres de ellos abonaron 10.000 euros y los dos más jóvenes, Fermín Domingo Turrillas y David Murillo, sólo 6.000. La Guardia Civil encontró en casa de Irusta una escopeta con su maletín, un rifle de cerrojo de 1954, una bayoneta, un sable y sprays de pintura.

Imputaciones

Febrero

Destrozos y pintadas en el monolito de Amaiur.

Mayo

En Lesaka escriben con spray: «Sarasola ta Portu eriotzakin zigortu». En Lesaka, amenazas de muerte a tres concejales. Pintadas xenófobas contra una exposición islámica en Doneztebe. Amenazas en las tabernas Ezpala y Alboka. Pintadas en un monumento en Baztan. Amenazas contra un vecino de Arraiotz y sabotaje en la calle Pasionaria en Orkoien.

Julio

Rotura de la placa del cementerio de Artika y pintadas.

Agosto

Amenazas en Arbizu al alcalde y concejales de ANV: «Orain zelatan. Bihar hilko zaituztegu». Pintadas en Orkoien en el coche de otra persona: «Mira debajo» y «Zerri komunista». Pintadas en los bares de Iruñea Ipar Gorri, Zurgai y Ezpala. En Zurgai escriben: «Legeak zerratzen ezbadu, Falangek eginen du». Destrozos en el monumento de homenaje a los «esclavos del franquismo» en Igari. La placa apareció en el cementerio de Aizoain, saboteado más tarde. Pintadas en el cementerio de Berrioplano. Envío de una bala a la txupinera de Bilbo, Sonia Polo.

Octubre

Amenaza telefónica al Ayuntamiento de Artika y, por carta, al edil de NaBai Koldo Pla.

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