Los resultados de los candidatos al ascenso en las últimas jornadas invitan a pensar que no será necesario alcanzar los 75 puntos para garantizar una plaza en Primera División. El tercero, que es la referencia que se debe marcar la Real, tiene un promedio que llevaría a sumar 70 puntos a final de temporada y cada vez le va a costar más lograr victorias porque todos sus rivales van a estar motivados. Ahora porque no hay ningún equipo aún que quede en tierra de nadie y después, cuando se enfrente a alguno que lo esté, porque serán destinatarios de las primas de los restantes candidatos.

La jornada resultó positiva porque el triunfo permite eliminar a un rival directo y que sólo el Betis ganara ayuda a abaratar el ascenso. Pero también fue muy importante por cómo queda estructurada la clasificación. La Segunda es una categoría muy peligrosa porque las primas tienen una importancia mayor que en otras por los quince puestos que quedan sin premio ni castigo. Eso motiva que al final de cada temporada sean decisivas las primas por ganar y por perder y que los candidatos a subir sumen más puntos. Por eso es importante que haya una distancia grande con el tercero para que los demás candidatos al ascenso primen a los rivales del Cartagena o a los del Betis, que es la gran amenaza, y no a los de la Real.

Lo bueno es que por ahora no hay rivales en tierra de nadie. El Elche, octavo, está a siete puntos del Cartagena, y el Nástic, noveno, queda a siete del descenso y por eso es importante que el tercero no sume muchos puntos y que ganen los de abajo para que la diferencia entre el último que sube y el primero que baja sea la menor posible.

Un listón demasiado alto

Así resultará más difícil llegar a los 75 puntos que se suelen establecer como referencia para lograr el ascenso. El Cartagena debería sumar 30 puntos de 45 y el Betis 33. Demasiados. A la Real y al Hércules les bastaría con 24, el equivalente a ocho triunfos en las quince jornadas que quedan. El año pasado el Hércules no ascendió con 78, pero este año será difícil que alguno no suba con 72 e incluso puede bastar con algunos menos.

Parece que el peligro para la Real acaba ahí porque el Levante está empatado con los béticos, pero debe visitar Anoeta, Soria, Alicante, Cartagena y termina la Liga en el campo del Betis. Es improbable que con este calendario pueda atrapar a la Real y ojalá quede descartado dentro de 15 días y se repita la historia vivida ante Nástic y Numancia.

La esperanza de estos equipos se centra más en atrapar al Cartagena que a la Real y resulta aconsejable reforzar esta sensación en los próximos cuatro partidos. En ellos los de Lasarte visitan a Salamanca y Córdoba y reciben a Levante y Hércules. El ascenso está muy bien encaminado, pero es importante mantener la ventaja actual y, sobre todo, seguir con la fortaleza de Anoeta, donde la Real ha ganado diez de los catorce partidos jugados y a todos los equipos que llegaban con aspiraciones de subir a Primera. Así cayeron Cartagena, Betis, Nástic y Numancia. Cada vez que ha habido un partido clave en el estadio, los blanquiazules han sabido jugarlo y ganarlo, y eso es muy importante para afrontar con confianza los dos próximos.

Números muy meritorios

Porque a todos nos gustaría que la Real jugara mejor al fútbol cada domingo, pero el mérito que tiene este equipo es muy grande. Tras 27 jornadas, suma seis puntos más que en la temporada 2007-08 y doce más que la pasada. Para llegar a 51 puntos los blanquiazules necesitaron 32 y 34 partidos, respectivamente, en esas dos campañas. Y eso con una rebaja muy importante en el dinero destinado al primer equipo con respecto a esos años.

Lasarte utiliza cada fin de semana entre ocho y diez jugadores formados en Zubieta y de todos los habituales sólo Labaka, Aranburu y Rivas tienen más de 27 años, y Aranburu es el más veterano con 31 recién cumplidos. De los habituales, Nsue es el único que no tiene contrato para la próxima temporada. Con este grupo de jugadores con esa edad y la llegada de unos pocos refuerzos que mejoren el nivel de los que acaben contrato hay argumentos para mirar al futuro con optimismo e ilusión. Esta temporada se han puesto las bases firmes para lograr una estabilidad donde Gipuzkoa merece, en Primera. Tal como está la clasificación parece muy difícil que a la tercera el ascenso se escape y hay que intentar asegurarlo cuanto antes para evitar sorpresas y agobios finales.