Eclipsados muchas veces por el brillo de los ganchos y las dejadas de los delanteros, la labor de los zagueros no siempre es valorada en su justa medida. Además, con la ausencia de un Abel Barriola que ojalá a partir del viernes pueda recuperar su mejor nivel, la zaga de Aspe parecía haber quedado algo huérfana.

Sin embargo, la apuesta de la empresa eibartarra por Aritz Laskurain y Aitor Zubieta ha sido un pleno acierto, ya que en los momentos decisivos, tanto en los partidos claves de la liguilla previa como en el primero de semifinales, ambos han sido los cimientos en los que se han apoyado los triunfos de sus respectivas parejas.

Por inhabitual, resulta curioso que en dos partidos con Martínez de Irujo y Titín de por medio, la clave, para bien, resida en el zaguero rival, pero el propio delantero de Ibero lo resumió a la perfección al término del partido del Labrit. «Han estado todo el rato dándole y dándole y tenía que entrar desde el seis y desde ahí es imposible».

Ideas claras

Aunque al público del Adarraga no le gustase demasiado -y el domingo Xala-Zubieta tuviesen una pelota de excesivo bote-, ambas parejas no sólo han tenido muy claras las ideas en todo momento, sino que además han tenido la constancia y el poder de llevarlas a cabo hasta la última consecuencia. Puede que de esta forma los partidos no sean los más vistosos, pero a estas alturas de campeonato eso queda en segundo plano.

Aunque no se vea reflejado en clasificaciones como el Euskadi Irratia Saria -ocupa la octava posición-, decir que Aitor Zubieta está siendo, por el momento, el mejor pelotari del campeonato no parece descabellado ni excesivo.

Superada la lesión de rodilla que le obligó a parar varios meses, el Parejas ha pillado al de Etxarri en el mejor momento de su carrera. Con potente derecha y su brillante zurda, ha dominado a todos los zagueros que se le han puesto enfrente y lo que parecía más complicado, ha tenido una regularidad extraordinaria, sin un partido malo y regalando casi nada.

En el caso de Laskurain, sus inicios en el campeonato fueron algo más dubitativos, pero a medida de que el Parejas ha ido avanzando, su golpe ha ido adquiriendo brillo, lo que unido a su sobriedad, le ha servido para marcar los tiempos.