Ainara Lertxundi Periodista
Lamentaciones tardías
Lasarte-Oria, 19 de febrero. Un hijo mata en plena calle a su madre. La noticia sobrecoge a la localidad y salta inmediatamente a los medios. El Ayuntamiento se apresura a convocar una concentración de condena. Todos se llevan las manos a la cabeza por lo sucedido, que la presidenta de Bienestar Social, Lourdes Acevedo, presenta como un caso de violencia de género, cuando en realidad se trata de un joven con problemas siquiátricos y de una madre que, seguramente, tocó en vano muchas puertas para evitar este fatal desenlace.
Acevedo reconocía que «estaba en tratamiento sicológico y que no era la primera vez que la agredía». Pero, claro, «parece ser que el tema se le fue de las manos en esta ocasión». Así de simple.
Cabría preguntarse qué se puede hacer para que «el tema no se vaya de las manos». Para empezar, tomar en serio a los familiares cuando dan la voz de alarma.
Imaginemos a una persona con trastorno bipolar que, en la etapa álgida de su enfermedad, piensa que todo el mundo le persigue, que sus más íntimos son ahora sus más acérrimos enemigos, que quieren robarle el dinero, envenenarle o están en contra de él. Vaga por la calle con aspecto descuidado, por las noches, en vez de dormir, cambia por completo la fisonomía de la vivienda, moviendo muebles, destrozando aquellos que le dan «malas vibraciones»... las luces siempre encendidas, la lavadora funcionando sin cesar, la música a un volumen capaz de despertar a todo el vecindario.
Antes de llegar a este extremo, la familia habrá acudido al siquiatra, habrá llamado a la Policía Municipal e, incluso, habrá ido al Juzgado para pedir una orden de ingreso. Sus ruegos, sin embargo, siempre obtienen idéntica respuesta: «Hasta que no haga nada, no se puede hacer nada. No podemos retener a una persona en contra de su voluntad».
Mientras frases como ésas sigan vigentes, seguiremos lamentando muertes como la de Isabel, porque la solución no está en pancartas tardías sino en la prevención, en una atención multidisciplinar y en una mejor comprensión.