Miguel Sanz aseguró ayer en el Parlamento de Nafarroa que cuando disponga de un documento oficial sobre la creación de una eurorregión con la CAV y Aquitania lo analizará para adoptar la decisión que considere más conveniente.

El presidente del Gobierno autonómico compareció en comisión parlamentaria, a petición de NaBai e IUN, para informar sobre los motivos por los que declinó la invitación de cooperación interregional con estas dos entidades administrativas. Sanz argumentó que no fue una invitación de carácter institucional, sino «un contacto personal», y aseguró que cuando exista un documento formal, una definición de objetivos y criterios claros sobre la eurorregión, lo estudiará.

Tras indicar que ahora «no es el momento oportuno», Sanz alegó que «no sería muy elegante ni acertado políticamente» que modifique el criterio que le llevó a no seguir con el protocolo de colaboración con la CAV y Aquitania en el 2000 porque no había «lealtad» hacia la realidad institucional de Nafarroa.

«Parecería que si yo ahora cambiase ese criterio estaría haciéndolo interesadamente porque ha cambiado el Gobierno de la CAV», explicó Sanz.

Aunque defendió la «relación bilateral» de Nafarroa con Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, así como con Aquitania, el presidente del Gobierno de UPN criticó a quienes «más que intereses culturales o de cooperación pretenden impulsar intereses de carácter político con arreglo a sus intereses de partido».

Los demás grupos lo apoyan

Salvo UPN, todos los demás grupos representados en la Cámara defendieron la conveniencia de que Nafarroa forme una eurorregión. Así, el portavoz del PSN, Roberto Jiménez, dijo que es preciso «quitar fantasmas del pasado», y aunque precisó que la «eurorregión para el nacionalismo no es un concepto inocente», concluyó diciendo que Nafarroa «tiene garantizado el respeto institucional».

Maiorga Ramírez (NaBai) consideró «incomprensible» que Sanz viaje a EEUU en busca de relaciones económicas y «descuide absolutamente lo más cercano», por lo que pidió al dirigente de UPN que «no haga prevalecer sus fobias cuando hace falta cooperación para desarrollar distintos sectores y tener un hilo directo con Europa para acceder a financiación».

En nombre de IUN, Ion Erro se mostró partidario de que sea el propio Gobierno de Nafarroa quien impulse la eurorregión, porque es «un instrumento frente a la crisis, al favorecer la colaboración en investigación, infraestructuras y la obtención de fondos europeos».

Juan Cruz Alli (CDN) recordó que, siendo él presidente de Gobierno por UPN, firmó en 1992 un protocolo con la CAV y Aquitania que Miguel Sanz rompió en el año 2000, y agregó que ya entonces «las mentes pensantes» de UPN lo consideraron «una aberración». Frente a ello, propuso que «hay que ser europeos ejerciendo y no desde prejuicios ideológicos del pasado».

Carlos García Adanero (UPN) se preguntó «qué beneficios» podría conllevar para Nafarroa la eurorregión, y se respondió que «poco podría ayudar» en cuestiones como el TAV o los peajes de Etxegarate.

«Se habla mucho de cooperación, pero cuando se puede, se hace todo lo contrario», argumentó el parlamentario de UPN en apoyo a la postura de Sanz.