Fernando García Macua anunció ayer que la primera piedra del nuevo San Mamés se colocará en menos de dos meses. Teniendo en cuenta los precedentes, confiar en este tipo de anuncios se ha convertido prácticamente en un acto de fe, pero esta vez llega acompañado de otros detalles que invitan a pensar que, ahora sí, las obras del nuevo estadio, están por fin en la parrilla de salida.

Y con una suerte de ultimátum para el Gobierno de Gasteiz, que sigue mareando la perdiz. García Macua mostró ayer su confianza en que también se integrará en San Mamés Barria S.L., pero aseguró que en caso contrario, «el proyecto saldría adelante» igualmente.

Los socios -que, de momento, siguen siendo Diputación, BBK y el propio Athletic- tomaron el lunes una serie de acuerdos encaminados al inicio de los trabajos, que presentó ayer el presidente rojiblanco. Para empezar, la solicitud de la licencia municipal, que se realizará hoy o mañana y con la que también se podría proceder al ingreso oficial del Ayuntamiento en San Mamés Barria, ya que su aportación pasa, precisamente, por la condonación de las tasas municipales correspondientes.

Los tres socios actuales creen que podría ser un buen momento para que el Gobierno de Gasteiz diese el mismo paso -en su reunión del lunes se acordó «cursar invitación al Gobierno Vasco para su incorporación formal a la sociedad en ese mismo momento»-. Incluso le han allanado el camino, con un encaje de bolillos con el que se pretende aunar la reiterada exigencia de Lakua de que el nuevo estadio cuente con espacios de uso público y el mandanto de la Asamblea del Athletic, según el cual la gestión y explotación debe corresponder en exclusiva al club. También según el propio acuerdo-marco presentado en su día por los socios fundadores, que especificaba que el nuevo estadio estará «destinado en exclusiva a las actividades del Athletic, a quien corresponderá su gestión». Un texto en el que también se aseguraba que los nuevos socios institucionales «en todo caso deberán adherirse a lo dispuesto» en dicho acuerdo-marco.

Algo a lo que no parecen dispuestos en Lakua, por lo que se ha introducido una pequeña modificación en el proyecto presentado el año pasado, por la que se reservan 5.400 metros cuadrados bajo una de las tribunas, para los usos públicos que pudieran requerir Ayuntamiento y Gobierno -un polideportivo en el caso del primero, sin especificar aún por parte de Gasteiz-. El quid de la cuestión pasa por el alquiler que el Athletic cobraría por la utilización de esos espacios, un detalle con el que se quieren aunar dos posturas difícilmente conciliables. Según explicó Macua, el club «cede esos espacios, obtiene una retribución y la explotación depende del arrendatario. Cobrará su alquiler y son ellos los que se encargan de la explotación». Claro que también añadió que, en consecuencia, el Athletic debería «pagar un canon a San Mamés Barria por esa cesión del aprovechamiento de esos espacios». Algo más difícil de cuadrar con la famosa «exclusividad» de la gestión del estadio.

No parece que desde el Consistorio se vayan a poner pegas. Otra cuestión es el Gobierno de Gasteiz. Porque García Macua cree que esta propuesta se adapta a «los planteamientos» que se realizaron en su día desde Lakua, por lo que «entiende» que no tiene que haber ningún problema para su entrada definitiva en el proyecto, pero reconoce que todavía no hay ok oficial y ni siquiera una fecha para éste que se produzca.

Tampoco ve más problemas, de todos modos, en que el ritmo parezca un tanto desacompasado entre ambas partes. Y es que mientras en Gasteiz se deshoja la margarita -aunque en su día se anunció que en los presupuestos de este año ya estaba reservada la parte correspondiente de los 55 millones que debería aportar al proyecto-, el resto de socios ya está definitivamente en marcha.

Hoy o mañana se solicitará la licencia de obras y «a la mayor brevedad posible» se sacará a concurso público la primera fase de ejecución de los trabajos, de manera que la primera piedra pueda colocarse «a finales de abril o primeros de mayo».

Hay una fecha que parece cobrar especial relevancia a este respecto. Antes del próximo 14 de mayo se debe presentar ante la FIFA el «Libro de la Candidatura Ibérica» para la organización de la Copa del Mundo y aunque ya se han dado algunos pasos para que Bilbo sea considerada como una de las posibles sedes de ese Mundial, el hecho de que las obras estuvieran iniciadas podría suponer un impulso considerable.