Los jóvenes jugadores de Arsène Wenger superaron anoche una prueba de madurez al dejar al Oporto en la cuneta y alcanzar los cuartos de final de la Champions League. Lo hicieron de la mejor forma posible, con buen juego y goles. Especial protagonismo para Nicklas Bendtner, el nueve danés consiguió un hat-trick y pudo desquitarse del mal sabor de boca que le dejó el encuentro liguero ante el Burnley. Una cita en la que el delantero marró infinidad de ocasiones.

Sin embargo, el futbolista a través del cual el Arsenal rompió el cerrojo portugués fue Andrei Arshavin. En ausencia de Cesc Fábregas, el ruso es el jugador más talentoso de los gunners. Anoche, Wenger apostó por un trío formado por Arshavin, Nasri y Rosicky. Una fórmula que no le pudo salir mejor. Cuando apenas se habían disputado ocho minutos, el ex del Zenit inicio una rápida jugada que acabó con el balón en la portería de Helton. El ruso estuvo más listo que los dos centrales del Oporto y acabó cediendo la pelota a Bendtner para que el danés marcase a puerta vacía.

Los lusos tenían que activar ya su plan B, el esperar a las acometidas del conjunto londinense ya no les servía de nada. En balde, pocos minutos después un grave error de Fucile permitió a Arshavin superar a cuantos defensas le salieron al paso y asistir de nuevo a Bendtner. Los jugadores del Oporto protestaron un posible fuera de juego, pero el danés se encontraba más retrasado que el balón cuando recibió el pase del ruso.

Nasri, atrás y adelante

Hulk, tras fallo del navarro Almunia, gozó de una de las escasas ocasiones del conjunto de Jesualdo Ferreira, pero su lanzamiento se fue fuera. Arshavin pudo haber sentenciado la eliminatoria antes del descanso, pero su disparo salió alto. El Arsenal siguió por esa línea y Helton sacó dos balones muy peligrosos antes de ir al vestuario.

Tras la reanudación, el Oporto trató de achuchar y conseguir el tanto que, al menos, le garantizase la prorroga. Bruno Alves estuvo cerca, pero Nasri sacó el balón debajo de los palos.

Fue precisamente el galo quien rompió definitivamente el choque. El mediapunta de origen argelino hizo una auténtica obra de arte al superar a todos los defensas lusos que le intentaron arrebatar el balón y acabó fusilando a Helton dentro del área pequeña. La eliminatoria ya estaba sentenciada.

Más aún cuando dos minutos después el recién entrado Eboué anotó el cuarto tanto de los gunners. Una contra iniciada por el omnipresente Arshavin fue culminada por el marfileño. Otra vez, gracias a una magnífica conducción del balón, el ruso volvió a superar sus carencias físicas con una calidad técnica inmensa. Salvando las distancias, se trata de un futbolista que recuerda a Romario. Sin contar con un físico privilegiado y aparentemente siempre al borde del sobrepeso, Arshavin es capaz de inventar y desequilibrar en cualquier jugada.

El partido concluyó con el hat-trick de Bendter. El danés marcó de penalti y se armó de moral para los próximos compromisos. Él y todo su equipo, ya que el Arsenal aún continúa en la pelea por Premier y Champions. No así el Oporto, descartado ya en el campeonato doméstico y fuera del circo europeo.

Robben rescata a los bávaros

En el otro partido de la jornada, el Bayern de Múnich sudó muchísimo para obtener el billete a cuartos tras su derrota por tres a dos en Florencia. Los locales, enrabietados y con un tremendo ambiente a su favor, salieron a por todas y voltearon la eliminatoria gracias a los tantos del peruano Vargas y Stevan Jovetic. El montenegrino volvió a demostrar que se trata de uno de los futbolistas con más futuro del panorama continental.

La locura se apoderó del Artemio Franchi, pero el veterano Mark van Bommel igualó la serie. A partir de ahí, se vivieron unos minutos trepidantes. Jovetic anotó el segundo tanto de su cuenta particular y volvió a meter, de forma momentánea, a su equipo en los cuartos. Poco duró la alegría a los toscanos, ya que Arjen Robben les devolvió rápidamente a la realidad. El extremo holandés consiguió un golazo que permite a su escuadra continuar soñando con el quinto entorchado continental.

La Fiorentina lo siguió intentando, pero fue Miroslav Klose quien más cerca estuvo de marcar. Una vez más y sufriendo, el Bayern vuelve a estar entre los ocho mejores de Europa.