Iñaki VIGOR

En apenas dos horas, más de setenta personas habían pasado por la carpa instalada en la Plaza San Francisco para tomarse la tensión y someterse a la prueba de medición del nivel de creatinina para conocer el estado de sus riñones. «La creatinina es un indicador del funcionamiento del riñón. No se altera porque uno coma mucho o coma poco, y tampoco influye si se está o no nervioso. Si la creatinina está un poco alta, nos indica que el riñón no va bien, que no funciona como tiene que funcionar», explicaba el farmaceútico Ricardo Rodríguez en la carpa instalada en Alde Zaharra, mientras buen número de personas esperaban turno para realizarse las pruebas.

Una vez detectado el mal funcionamiento del riñón, el siguiente paso es ir al médico para que analice los motivos. Hoy en día se sabe que la diabetes es una de las principales causas de que los riñones se vayan estropeando de forma paulatina. De ahí que, con motivo del Día Mundial del Riñón, celebrado ayer, Alcer (Asociaciones de Lucha contra las Enfermedades Renales) haya hecho una llamada de atención dirigida de forma especial a las personas que son diabéticas.

«Un porcentaje muy elevado de los enfermos renales, en torno al 40-50%, han sido diabéticos. Los niveles altos de azúcar van estropeando poco a poco los riñones y otros órganos del cuerpo, como los ojos, lo que puede derivar en problemas oculares. Por eso se insiste tanto en que la diabetes hay que tenerla bien controlada. Si un afectado mantiene los controles bien, no tiene problema, pero si se lo toma a la ligera y los controles van mal, puede derivar en diálisis, cuando lo que se estropean son los riñones, en ceguera, o en otras enfermedades», advertía Rodríguez. También destacaba la importancia de detectar a tiempo el mal funcionamiento del riñón, porque, dependiendo de la causa, se puede atajar. «Si se debe a una infección -ponía de ejemplo-, basta con tomar antibióticos».

La iniciativa de Alcer y de los farmaceúticos navarros tuvo una gran acogida, como lo reflejaba el hecho de que cada dos minutos, aproximadamente, pasaba una persona por la carpa. Un simple pinchacito en el dedo era suficiente para conocer el nivel de creatinina.

«Lo padecen y no lo saben»

Además de la diabetes, otros indicadores del riesgo de padecer dolencias de riñón son la elevada presión arterial, el sobrepeso, los antecedentes familiares con enfermedades renales, ser fumador y tener más de 50 años de edad. «Hay gente que desconoce que sus riñones no funcionan bien. Hoy mismo alguna persona ha dado niveles más altos que lo normal y le hemos aconsejado que acuda al médico para que se lo mire», comentaba Ricardo Rodríguez.

De hecho, en el Estado español hay 2,2 millones de personas que padecen enfermedad renal y no lo saben, y cada año 6.000 personas nuevas deben someterse a tratamiento renal sustitutivo.

En cualquier caso, el objetivo es prevenir sin alarmar, de ahí que en la misma carpa se repartían sobres de azúcar gratis con el mensaje «Endúlcese la vida, no la sangre» y se hacía hincapié en que no se trata de hacerle la guerra al azúcar, las tartas o los pasteles. «Los dulces pueden ser consumidos, pero siempre con moderación», explicaban.

Al mismo tiempo, Alcer remarcaba la importancia de que haya donantes de riñón para ayudar a las personas que lo necesitan. El propio Ricardo Rodríguez era un ejemplo en sí mismo, ya que lleva viviendo 27 años con un riñón trasplantado, que le fue donado precisamente por su madre.

«No me funcionaba ningún riñón, pero gracias al trasplante de mi madre, ahora estoy normal», comentaba con satisfacción mientras atendía de forma altruista a las personas que iban pasando por la carpa.