Gipuzkoa cogió ayer el testigo de la defensa de los derechos de la mujer cuando la Marcha Mundial de las Mujeres ha pasado ya su ecuador y se dispone a realizar los últimos kilómetros que la separan de Iruñea.

Las mujeres de la empresa Tenneco de Ermua, que realizaron un paro para la ocasión, fueron las primeras en recibir ayer la marcha. Doce vehículos siguieron a la furgoneta hasta la plaza de la localidad vizcaina, donde la esperaban cerca de 40 mujeres más para darle una cálida bienvenida.

La precariedad que sufren las mujeres fue el eje en el que se centró el discurso de Ermua. Tras entregar la imagen del mural realizado en Ermua, la marcha se puso rumbo a Zarautz donde la esperaban decenas de mujeres que la recibieron cantando una canción diseñada para la ocasión.

Tras llenar el estomago comiendo algún que otro pincho y después de recoger el mural realizado en Zarautz, la furgoneta se despidió de las zarauztarras para ir en busca de más testimonios de mujeres.

La siguiente parada llegó en Beasain, donde se dieron cita decenas de mujeres de la zona y dieron cuenta de sus testimonios. Tolosa también fue otra de las paradas de ayer, en la que el protagonismo pivotó sobre la mujeres remeras y las baserritarras.

La capital guipuzcoana, por su parte, recibió con ansia la llegada de la marcha con un emotivo acto celebrado en el Boulevard y tras recibir el apoyo de las donostiarras viajó hasta Errenteria donde le esperaba un enorme programa festivo que se dilató hasta bien entrada la noche.

Hoy tendrá que madrugar para cruzar el Bidasoa y saludar a las mujeres labortanas.