«Los sueños pueden hacerse realidad», fue el mensaje que lanzaron los niños del coro Escoleia que cantaron en un teatro repleto de autoridades y populares nombres de la cultura. Y es que, tras cinco años de obras, el telón del teatro Campos Elíseos volvió ayer a subir para ofrecer un pequeño aperitivo de lo que va a albergar de hoy en adelante: teatro, danza y música para gusto de todos.

El acto de inauguración causó gran expectación en los alrededores de la calle Bertendona de Bilbo. La banda municipal de txistularis fue la encargada de recibir a los representantes de distintas instituciones como el alcalde bilbaino, Iñaki Azkuna o la concejala de cultura, Ibone Bengoetxea, la diputada de cultura, Josune Ariztondo o la consejera de cultura de Lakua, Blanca Urgell.

Tras una primera recepción, el acto siguió en el auditorio principal, donde la coral del Ensanche entonó el «Agur Jaunak». Las actrices Maribel Salas, Sol Magunagoikoetxea y Gemma Martínez, «las bombones de Bertendona», fueron las encargadas de poner la guinda de humor a la noche, recordando que el fútbol sigue vendiendo más que el teatro.

Seis dantzaris subieron a continuación para ofrecer el aurresku a los asistentes y, acto seguido, tomaron la palabra el presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, Eduardo Bautista, y el alcalde Azkuna. Sorprendió el canario Bautista, con su discurso inicial en euskara -hasta entonces todo transcurrió en castellano- y, añadió que «es de agradecer que un bello país quiera su cultura». Por su parte, Azkuna volvió a recordar que para renovar el teatro, «pedí ayuda al Gobierno español y me dieron una palmadita, pedí al Gobierno vasco y me dieron otra palmadita, y finalmente me encontré con la SGAE».

Para completar esta primera toma de contacto, Kukai ofreció un pequeño esbozo de la obra «(Sok)2» que estrenarán hoy, dentro del Festival Internacional de danza Dantzaldia.