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Desaparición de Jon Anza

La Policía filtra que Jon Anza habría estado «desaparecido» once meses en una morgue de Toulouse

Varios medios franceses y españoles informaban a última hora de la tarde de ayer de la aparición de un cuerpo en la morgue de Toulouse que podría ser el de Jon Anza. La Policía francesa avisó a las 17.30 a la familia de esa posibilidad, aunque matizó que no se podrá tener confirmación hasta hoy por la mañana, tras el cotejo de las huellas genéticas. Por su parte, la fiscal de Baiona se limitó a decir que «informará hoy», si bien no desmintió la noticia del hallazgo.

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Arantxa MANTEROLA - Gari MUJIKA | DONOSTIA

La Fiscalía de Baiona anunciará hoy si el cuerpo que habría permanecido durante once meses en la morgue de Toulouse -el primer lugar donde se investigó la desaparición- corresponde al de Jon Anza. Tras el anuncio, se desataron las especulaciones, y la mayoría de los medios españoles rompieron un silencio de casi un año para dar por hecho que el cadáver pertenecía al militante donostiarra.

La primera noticia trascendió hacia las 18.45 en el noticiario de la cadena francesa FR3. Citando «fuentes no oficiales», France 3 afirmaba que Jon Anza llegó a su destino, Toulouse, el 18 de abril y que una vez allí -pero once días después, once días sobre los que nadie dijo nada ayer- sufrió un desmayo y fue trasladado al hospital Purpan donde permaneció durante una semana antes de fallecer. El cadáver habría sido trasladado a la morgue donde, siempre según el medio televisivo, «ha sido identificado ahora».

Inmediatamente después, GARA se puso en contacto con el abogado de la familia, quien mostraba su «estupor por la inusitada celeridad» con la que determinados medios daban por hecho que se tratase del cuerpo de Anza. La letrada Maritxu Paulus-Basurko confirmaba que a última hora de la tarde de ayer, justo unos minutos antes de que saltara la noticia en la televisión, la Policía francesa se puso en contacto con la familia para avisarle de que habían localizado un cuerpo en la morgue de Toulouse que podría corresponder al de Anza, y que estaban realizando las pertinentes pruebas para determinar tal extremo. También les advertían de que no se tendría confirmación hasta hoy por la mañana.

Este mismo diario fue quien informó de ese extremo al hermano de Jon Anza, Koldo. Minutos después, fue el propio Koldo Anza quien informó de que efectivamente fue la Policía Judicial quien les informó sobre el cadáver de Toulouse.

Once días y once meses

Según la versión policial relatada a los familiares, el 29 de abril de 2009 -once días después de la desaparición de Jon Anza- los bomberos de Toulouse reciben una llamada informando de que una persona se encontraba malherida en la calle, desorientada y con síntomas de haber padecido un infarto.

Tras los intentos de reanimación, según la versión policial, los equipos de emergencia llevaron a esa persona al Hôpital Purpan, donde habría fallecido trece días después, el 11 de mayo. Según la Policía Judicial, el cadáver hallado en la morgue de Toulouse once meses después llevaba «una cazadora negra de cuero -similar a la que llevaba Anza-, zapatos de la misma marca, dos billetes de tren y una cicatriz en la cabeza». El refugiado político donostiarra sí que tenía una cicatriz en la cabeza a raíz de la operación quirúrgica a la que fue sometido por su grave enfermedad.

Por su parte, la fiscal de Baiona, Anne Kayanakis, se limitó a manifestar que no diría nada hasta hoy, si bien no desmintió que se estuviera procediendo a la identificación del militante desaparecido en los términos avanzados por la prensa.

Datos contradictorios

En poco menos de una hora, varios medios de comunicación españoles se hacían eco de la noticia, afirmando con seguridad que se trataba del cadáver de Jon Anza. Sin embargo, los datos que ofrecían unos y otros se contradecían en cuanto a fechas y detalles sobre lo ocurrido después de que el militante abertzale llegase supuestamente a Toulouse aquel 18 de abril.

Así, la web de RTVE aseguraba, a las 20.oo horas, sin citar fuentes, que el cadáver de Anza «permanecía en la morgue de Toulouse desde el 11 de mayo de 2009» y que había sido identificado «tras ser sometido a un cotejo de las huellas dactilares» que confirmarían la identidad.

La cadena pública española, siempre sin mencionar el origen de la información, agregaba que «el 29 de abril de 2009, a las 23.00 horas, Jon Anza habría aparecido en un banco de Toulouse tras sufrir un infarto», tras lo cual «los servicios sanitarios franceses lo atendieron e ingresaron en un centro hospitalario, donde falleció 13 días después, el 11 de mayo».

La versión ofrecida a las 20.13 por la agencia Europa Press coincidía en las fechas con la de RTVE, aunque esta vez citaba a «fuentes de la lucha antiterrorista». Añadía que «en las próximas horas se le practicará la autopsia, así como las pruebas de ADN para ratificar la confirmación». Según la agencia, Anza fue localizado en la noche del 29 de abril del año pasado «sin documentación, desorientado y con síntomas de haber sufrido un infarto en un parque de la citada ciudad gala. Fue conducido a un hospital por los servicios sanitarios municipales, falleciendo 15 días después».

Incidía, asimismo, en que dadas las circunstancias «las fuentes citadas descartan cualquier tipo de muerte violenta, como en estos meses ha denunciado la izquierda abertzale. No obstante, dichas fuentes justificaban la demora en descubrir el cadáver con el hecho de que la Fiscalía de Toulouse no habría informado en este tiempo del hallazgo a la Audiencia Nacional, que sin embargo ya ha tenido conocimiento telefónico del descubrimiento», obviando que la instrucción se lleva en Baiona.

De confirmarse estas informaciones, la fiscal de Baiona que investiga el caso desde que la familia de Anza lo denunciara el 17 de mayo tendrá serias dificultades para explicar el descubrimiento ahora, once meses después, del cuerpo de Anza.

Un solo cadáver sin identificar

A las 21.30 de ayer, al visitar la web del Ministerio francés de Interior en la que se difunden las fichas de las personas desaparecidas (www.avisderecherches.interieur.gouv.fr), la de Jon Anza aparecía en la primera pantalla. En todo el Estado francés, hay 61 personas registradas en ese fichero; de ellas, 42 mayores de edad. Lo más reseñable es que hay otro apartado de «identificaciones de personas fallecidas», y en él sólo hay una ficha, una sola «persona no identificada». La investigación corresponde a la Policía Judicial de Marsella y el cadáver, a «una mujer de tipo europeo». T.F.

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