SEGUNDA El empate permite alcanzar el liderato y mantener una ventaja de siete puntos con el cuarto cuando se entra en el tercio final
A la Real le faltó tiempo para ganar
El equipo de Lasarte controló el partido en la primera hora de juego y a partir de ahí buscó la victoria con más decisión con la entrada de Zurutuza en lugar de Elustondo. Las mejores oportunidades fueron de los realistas y el Salamanca dio al final por bueno el empate.
UNIÓN DEPORTIVA SALAMANCA 0
REAL SOCIEDAD 0
Joseba ITURRIA
La Real es el nuevo líder de Segunda tras empatar un partido similar a la mayoría de los jugados fuera de Anoeta y en el que la nota más positiva estuvo en los 3.000 aficionados blanquiazules que no dejaron de animar a su equipo en todo momento. Los de Lasarte intentaron recompensarles con una victoria, pero cuando la buscaron de una manera más decidida en la media hora final no acertaron con sus ocasiones y faltó tiempo para concretar su clara superioridad con el equipo local.
El partido no tuvo muchas ocasiones de gol. La Real cedió la iniciativa al Salamanca en la primera hora de partido y buscó el triunfo de manera decidida a partir de ahí con la entrada de Zurutuza en lugar de Elustondo. Las mejores oportunidades fueron blanquiazules, sobre todo dos de Agirretxe y Bueno, y el Salamanca se conformó con un empate que permite a la Real aventajar en un punto al Hércules tras su derrota en casa con el Las Palmas, en cuatro al Cartagena y en siete a Levante y Betis cuando se han cumplido ya dos tercios del campeonato.
Nunca un empate es bueno cuando se necesitan tantos puntos para ascender, pero cuando no se puede ganar no se debe perder y eso es lo que ha permitido a la Real auparse en el liderato. Queda la duda de saber qué habría pasado de haber planteado todo el partido Lasarte como en la media hora final con un solo medio centro defensivo y Zurutuza, pero el punto no es malo y será mucho mejor si el domingo la Real gana al Levante en Anoeta en otro partido que, como los del Nástic y el Numancia, ofrece la posibilidad de eliminar a otro rival directo con el apoyo de una afición que está entregada a sus jugadores.
Lasarte daba a entender al término del encuentro que el deseo de agradar a la gente pudo traducirse en una falta de tranquilidad a la hora de tomar decisiones más acertadas, pero lo cierto es que el juego se asemejó al de otras tardes en las que el técnico uruguayo ha apostado por un bloque sólido que no concede espacios al rival a la espera de aprovechar las oportunidades que con la calidad de los realistas se van a crear.
Iniciativa local de entrada
Así, la Real cedió la iniciativa en el juego al Salamanca en la parte inicial del encuentro y los locales atacaron sistemáticamente por su banda izquierda, donde Toti era su jugador más peligroso y encontraba las constantes ayudas de Rossato, que obligó a Xabi Prieto a jugar la primera parte mucho más cerca de su área que de la salmantina. Mala señal en un equipo que depende mucho de él en ataque.
La Real defendió demasiado atrás en muchos momentos sin conceder espacios a su rival, que sólo creó peligro en el primero de los ocho corners, demasiados, que los blanquiazules concedieron en el primer tiempo. Fue un balón suelto que Salva Sevilla envió a las manos de Bravo en clara situación.
No es bueno que la Real conceda tantos saques de esquina, pero el Salamanca no sólo no los aprovechó, sino que en uno de los muchos que botó mal se originó una contra en la que Aranburu dio un servicio perfecto a Agirretxe que Biel Rivas envió a córner. Tanto el portero salmantino como sus defensas trasmitieron inseguridad en un campo demasiado blando, pero la Real, aunque mejoró mediada la primera mitad, estuvo roma en ataque, muy retrasada, y el delantero usurbildarra no encontraba apoyos, como en una jugada en la que robó la cartera a David Lombán y no encontró a nadie que buscara su centro.
Además, el defender tan atrás pudo tener consecuencias negativas para la Real en un centro desde la banda derecha que golpeó en el brazo extendido de Alberto de la Bella, acción que pudo ser sancionada con penalti y cambiar el rumbo de un partido que seguía la misma tónica en el inicio del segundo tiempo. Entonces entró Zurutuza y la Real empezó a jugar más adelantada y a buscar el triunfo hasta el punto de que la ocasión más clara llegó en un centro de Rivas desde un lateral del área que el de Rochefort dejó con maestría y Bueno remató alto.
Antes los blanquiazules habían tenido otras dos buenas oportunidades en faltas sacadas por Xabi Prieto que Labaka y Bueno no pudieron enviar a la portería, y en el último suspiro el genio donostiarra se equivocó al pasar una falta a Rivas en lugar de enviar otro balón al área para buscar el poder aéreo realista y las deficiencias defensivas del equipo salmantino.
Por eso fue una pena no ganar, porque en cuanto la Real buscó la portería local el Salamanca empezó a pedir la hora, pero cuando un equipo es líder hay que destacar lo positivo. Falta sólo un tercio de competición y la situación es muy favorable para la Real. El Hércules, que parecía fuera de concurso, ha perdido los dos últimos partidos en los que no ha podido contar con Farinós y la distancia con los demás, aunque se ha recortado en dos puntos, es importante.
La clave está en los dos próximos partidos de Anoeta ante Levante y Hércules, y en ese sentido es importante la identi- ficación entre el equipo y su afición. Si hay 3.000 guipuzcoanos capaces de recorrer 500 kilómetros desde Donostia para ver un partido contra un rival que no es de su Liga, sólo cabe esperar que Anoeta empiece a ver aumentadas sus asistencias en estos dos duelos directos.
Martín Lasarte mostró el agradecimiento suyo y de su equipo al comportamiento de la afición: «El grupo lo recibió de manera muy positiva. Es muy alentador en estas fechas que tanta gente nos acompañe, porque no es un viaje de hora y media. El equipo hizo todo lo posible, no tuvo una tarde precisa y afortunada, pero lo intentó, tuvo tesón, ganas y peleó hasta el final y nos vamos con un punto y no con lo que venimos a buscar aquí».
En esa misma línea añadía que «hay que ver dónde estamos y lo que nos estamos jugando. A veces se toma a la ligera el trabajo de todo el equipo, está muy deseoso de conseguir el objetivo. Comenzamos con mucha desconfianza y hoy han venido aquí 3.000. Lo dije el primer día. No le pedimos a la gente, démosle. La gente viene porque el equipo le ha generado ilusión y no hay que abandonar ese tesón y esa gran voluntad, aunque a veces se traduce en imprecisión y falta de tranquilidad en situaciones».
Casi venía a establecer una relación entre el deseo de agradar a la gente y el juego de su equipo, sobre todo del primer tiempo: «Veía al equipo muy impreciso, parecido al otro día, muy atenazado, nervioso. Se fallaban pases sencillos y, cuando había que hacer una pausa, se aceleraba. Esa fue nuestra mayor reivindicación en el descanso, estar más expeditivos, no dividir el balón y tener más tranquilidad arriba, ejecutar mejor el último centro».
Sobre el liderato dijo que «lo relativizo. Si fuéramos primeros en la última jornada, fantástico, pero lo más importante es lograr lo que vinimos a buscar la gente y nosotros. Nos encontramos a un rival que nos lo puso difícil, hicimos un partido intenso como muchos, pero nos faltó paciencia y tranquilidad y el empate es justo».
GARA
La Real regresó tras el partido en autobús, tendrá hoy jornada de descanso y mañana a las diez está citada en Zubieta para comenzar a preparar el partido del domingo a las doce contra el Levante en Anoeta (Canal +).
La Real juvenil se impuso por 4-0 al Lagunak ayer en Zubieta, pero el Athletic también venció al Santutxu (2-4) y mantiene el liderato con seis puntos de ventaja.