Aralar había fijado el día de ayer, 15 de marzo de 2010, como ultimátum para garantizar la concurrencia electoral de NaBai, y fue también Aralar quien tuvo que desactivar su propio emplazamiento. Después de varias semanas marcadas más por el cruce de reproches que por un de- bate profundo entre los cuatros socios y los independientes, la formación que lidera en Nafarroa Txentxo Jiménez valoró que al menos «se han dado avances en la identificación de los problemas» y «en acercamientos a las soluciones».

Llegado el día presentado como límite, Aralar emitió una nota en la que dedica varios párrafos a justificar su propio ultimátum, que ha provocado un crispado debate que la diputada Uxue Barkos atribuyó a intereres partidistas y electoralistas. En el resto de la nota, Aralar vuelve a mirar también a la cita con las urnas, aunque todavía falta más de un año, pero ahora con un discurso diferente al del mero blindaje de NaBai.

Así, asegura que Aralar «va a efectuar todos los esfuerzos que están en su mano para que el espacio político abertzale, de izquierdas y progresista, que tiene vocación y expectativas de poder aspirar a ser la primera o una de las primeras fuerzas políticas de Navarra, tenga una oferta electoral digna, sensata y responsable».

En este punto de la nota, Aralar no cita las siglas de NaBai como única opción posible. Se limita a indicar que «la lealtad mutua, la honradez con los/as ciudadanos y la responsabilidad política deben ser la base en virtud sobre la que ha de levantarse la oferta progresista de izquierdas y abertzale que la sociedad navarra demanda».

Pide debate ideológico

Añade que «la sociedad navarra es una sociedad madura y sensata a cuyas demandas es preciso responder con propuestas con base ideológica y no con carácter meramente coyuntural ni con exclusivas referencias de antagonismo a otros. Es preciso que las alternativas contengan programas de intervención positivos y bien elaborados y formas de funcionamiento bien estructuradas».

Respecto al caos interno de los últimos meses, Aralar justifica su órdago afirmando que «ha considerado y valorado siempre la conveniencia de poner fecha a los compromisos y a los trabajos que se han de abordar, mucho más si de éstos depende o está afectada una parte importante de la sociedad. En este sentido, la fecha del 15 de marzo nos pareció y nos parece conveniente y necesaria como referencia para conocer la disposición de los demás partidos».

Esgrime además que ha actuado siempre «con responsabilidad» y que eso le ha llevado a transmitir internamente los problemas existentes en Nafarroa Bai y «cuando la solución no ha sido atendida, también a la sociedad, con la que tenemos el compromiso principal». «Para atajar y dar soluciones válidas a los mismos, hemos aportado propuestas y hemos mani- festado disposición al debate y al acuerdo, aunque éste no siempre haya sido entendido ni respondido favorablemente».

El resto de socios de Nafarroa Bai han asistido con notable pasividad a todo este proceso que culmina sin acuerdo por ahora, aunque públicamente tanto Aralar como EA, PNV y Batzarre pongan énfasis en recalcar que su única apuesta es Nafarroa Bai. Desde EA se considera prematuro este debate de carácter básicamente electoral, y más aún cuando el movimiento de la izquierda abertzale abre puertas a una nueva situación.

Entre medio, por ejemplo, ha surgido una potente plataforma ciudadana que aboga por nuevas unidades de acción en clave decididamente independentista. Hamaika Bil Gaitezen sacó a la calle a cerca de 5.000 abertzales navarros hace diez días, pese a haberse creado sólo unas semanas antes.