La compra de votos y la abstención empañan el triunfo del Partido de la U
Colombia reafirmó el domingo que confía en las políticas de Álvaro Uribe y comenzó a abrirle el camino al ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, candidato oficialista a la Presidencia del país, al conseguir aumentar su presencia en el Senado. Sin embargo, la jornada también tuvo una nota negativa: el alto índice de abstención, y las denuncias de distintos organismos sobre la de compra de votos.
GARA
Los colombianos que el domingo acudieron a las urnas apostaron por la política de continuidad al darle el triunfo en los comicios legislativos al gobernante Partido de la U. Frente a la euforia que reflejaron los correligionarios del presidente Álvaro Uribe, cabe remarcar la elevada abstención, cercana al 60%, y las denuncias de compras de votos, así como el regreso al Congreso de los candidatos relacionados con la «parapolítica».
Con el 93,77% de los votos escrutados, el Partido Social de la Unidad (Partido de la U) acumuló el 25,17% de los votos (27 escaños en el Congreso), seguido de cerca por el Partido Conservador (aliado del Gobierno uribista), con un 20,67% de los sufragios (24 curules).
El Partido Liberal logró un 15,85% (18 asientos) y la sorpresa llegó con la que será la cuarta fuerza en el Congreso: el Partido de Integración Nacional (PIN), que obtuvo un 8,13% del apoyo.
Esta controvertida formación nació en 2009 después de que la autoridad electoral negara la participación en los comicios del domingo a otros partidos salpicados por la «parapolítica», escándalo por el que un tercio de los legisladores elegidos en 2006 fueron investigados, encarcelados o condenados por sus nexos con paramilitares.
El PIN está formado por familiares y allegados de esos congresistas, en su mayoría afines a Uribe, y lograron cuatro curules.
También cuatro asientos logró el Partido Verde, que protagonizó otra de las sorpresas, al ser la primera vez que se presentaba a los comicios.
Los 29,8 millones de electores estaban llamados a elegir 102 senadores, 166 representantes de la Cámara baja y cinco representantes para el Parlamento Andino.
La Organización de Estados Americanos (OEA), así como el grupo no gubernamental Misión de Observación Electoral (MOE), aseguraron que se presentaron irregularidades como la compra de votos y la presión armada a electores en varios municipios el país. No cuantificaron el alcance de éstas.
«Observamos un proceso electoral sin grandes peligros ni sobresaltos. Sin embargo, nos inquieta la compra de votos que se presentó en varios puntos», dijo el chileno Enrique Correa, jefe de la misión enviado por la OEA.
«Compra masiva»
La Misión de Observación Electoral de Colombia, que desplegó a observadores en 26 de los 32 departamentos, denunció «una compra de votos masiva», según declaró Pedro Santana, miembro de su junta directiva.
«El voto forzado ha disminuido pero se trasladó a una compra-venta masiva con dineros del narcotráfico», afirmó Santana, que atribuyó la autoría de estas irregularidades a grupos armados ilegales que derivaron de los paramilitares.
Ninguno de los partidos a los que dichos organismos hicieron alusión en sus declaraciones -entre ellos, el partido de la U- se pronunciaron sobre estas denuncias.
Lo que sí resaltaron los oficialistas fue el espaldarazo que suponen los resultados del domingo para las políticas de Álvaro Uribe. El candidato del Partido de la U para los comicios presidenciales del 30 de mayo, Juan Manuel Santos, encontró el domingo un aval que le hará acudir más seguro a esa cita.
«Son unos resultados excepcionales, la votación de nuestro partido creció más del 70%, estos resultados nos consolidan nuevamente como la principal y más grande fuerza política de nuestra nación», afirmó Santos tras confirmarse la victoria.
Los resultados que arrojan las elecciones del domingo aventuran que ninguno de los candidatos presidenciales alcanzará la mayoría absoluta el 30 de mayo, por lo que sería necesaria la celebración de una segunda ronda el 20 de junio.
Pese a las denuncias de compra de votos e incidentes aislados, como el estallido de un coche bomba en el departamento de Antioquia, la jornada se desarrolló en un ambiente de relativa normalidad.
El escrutinio se realizó con suma lentitud debido a «graves problemas de comunicación» entre los centros de votación y la Registraduría Nacional. Interior alertó de que estas fallas podrían poner «en duda» el proceso.
El izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) registró el domingo la peor derrota electoral en su historia al perder tres curules para el Congreso en las elecciones legislativas.
De acuerdo con la proyección de la Registraduría Nacional del Estado Civil, con más del 93% de las mesas escrutadas, el PDA bajó de once a ocho senadores.
«Este resultado es un fracaso de la izquierda, perdimos espacio y se consolida la derecha», comentó a la agencia mexicana de noticias Notimex, el dirigente del PDA, Max Correa, quien fue candidato del PDA para el Parlamento Andino.
Para Correa, el resultado del domingo hace, de la misma forma, inviable la candidatura presidencial de Gustavo Petro para los comicios del 30 de mayo.
El ex ministro de Comercio Exterior y analista electoral Jorge Humberto Botero consideró que en la derrota electoral de la izquierda, funcionaron los mensajes «sutiles contra el PDA por parte del presidente Álvaro Uribe». GARA