Decenas de miles de «camisas rojas» se dieron cita ante la sede que acogía al primer ministro tailandés, a quien advirtieron que seguirán con las movilizaciones hasta conseguir que disuelva el Parlamento y convoque elecciones, una exigencia que el jefe de Gobierno, Abhisit Vejjajiva, volvió a rechazar de nuevo.

Unos 90.000 seguidores -según el recuento de la Policía- del ex primer ministro Thaksin Shinawatra dieron el domingo un ultimátum a Abhisit para que deje el cargo; no reconocen a su «ilegítimo» Gobierno, que alcanzó el poder tras derrocar a Thaksin -que dirige a los «camisas rojas» desde el exilio- mediante un golpe de Estado militar.

El actual primer ministro apareció en la televisión nacional flanqueado por sus ministros y socios de alianza con una aparente actitud de tranquilidad.

«Los manifestantes han exigido que disuelva el Parlamento antes del mediodía [6.00 en Euskal Herria] de hoy [ayer], pero los partidos de la coalición han acordado rechazar la exigencia», afirmó el dirigente del Partido Demócrata, el segundo con mayor número de diputados.

Tras reiterar que su partido alcanzó el poder de forma legítima, indicó que «la celebración de elecciones tiene que tener lugar bajo reglas comunes y en medio de una calma real. Nosotros tenemos que escuchar las voces de los demás, no sólo las de los manifestantes». Agregó que el Gobierno no utilizará la fuerza contra los manifestantes.

No obstante, ante la posibilidad de que estalle la violencia, el Ejecutivo ha desplegado más de 50.000 soldados y policías en Bangkok.

Marea humana

Entretanto, los seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura continuaron formando una marea humana de kilómetros que inundaba avenidas y las principales calles de la capital.

A pesar del revés sufrido en el día de ayer, los seguidores de Thaksin prosiguieron con las protestas pacíficas y hasta con muestras de júbilo.

«No pueden pararnos, seguiremos hasta que el Gobierno y los jefes del Ejército escuchen al pueblo y reinstalen la democracia en Tailandia», aseguró un manifestante, profesor de Ingeniería en una universidad de la capital.

El domingo, Thaksin Shinawatra animó a sus seguidores, por videoconferencia desde el exilio, a proseguir con las movilizaciones.