Amateur
Aitor Ocampos conjuga con éxito la bici con los estudios
El ciclista guipuzcoano compite este año en el Naturgas y mantiene con mucha disciplina su rutina diaria de estudiar y entrenar, y lo hace con nota.
Unai IRARAGORRI
Disciplina y descanso son los dos axiomas del guipuzcoano Aitor Ocampos en su rutina para tratar de no desaprovechar las 24 horas del día. Es un joven de 20 años ocupado, sin duda. Por un lado, compite en el Naturgas Energía y, por otro, estudia Economía Internacional y Derecho en la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
No ha comenzado mal la temporada, noveno en Zumaia y séptimo en Villatuerta, aunque su momento idóneo llega en el verano, cuando acaba el primer semestre de enero a mayo. Por eso, se muestra sorprendido con su rendimiento en marzo. «Pensaba que iba a estar peor porque con las clases tengo más problemas para entrenar, pero la cosa va bien», admite.
Ir a clase, estudiar y entrenar le ocupan todo el día. «Me levanto sobre las 7.15 y depende del horario de clases, los entrenamientos y el tiempo, y en base a ello me adapto el día. Si por ejemplo, llueve o nieva pues aprovechó más para estudiar, y viceversa. Me exige estar concentrado 24 horas porque si no se te va el día», explica.
Nos atiende en un descanso, antes de volver a la biblioteca pues tiene un examen el miércoles. «Casi todas las semanas tengo uno, de economía, de derecho, o un trabajo», asevera.
Ahora bien, el descanso es fundamental. «No puedes dormir cuatro o cinco horas porque luego no rindes. La disciplina es importante a la hora de dormir, comer y descansar».
Además, le gusta abrirse a nuevas experiencias. El año pasado estudió en la Universidad de Mannheim (Alemania), de setiembre a diciembre, y volvió encantado. Incluso compitió en una par de carreras con un club alemán. «Alguna otra vez volveré. He aprendido mucho y ha sido una experiencia que ha valido la pena», destaca.
«Media alta»
Ocampos se exige tanto sobre la bicicleta como sobre la mesa de estudio. «Trato de tener una media alta porque es una oportunidad y por el gran esfuerzo que hacen mis padres. Me obliga a estar concentrado durante 14 semanas. Ahora lo llevo muy bien. Lo peor fue el primer año al empezar con esta rutina extrema», aclara.
Este año corre en el Naturgas. «En Belca me concentraba en los estudios y competía cuando podía, no me exigían nada. Ahora es un cambio de mentalidad y una forma de entrenar más eficaz. Es un equipo de formación, no nos exigen resultados».
Asegura que todavía está sin definir, si bien reconoce que es en el llano donde «más cómodo y más a gusto se encuentra por mi corpulencia (1,81 metros y 69 kilos) aunque entreno, por ejemplo, las subidas. Procuro mejorar en todo», concluye.