Una competición tan importante como son los Juegos Olímpicos siempre suelen crear nervios en los deportistas. Pero cuando se logra una medalla en los primeros días, el nerviosismo se traduce en confianza, algo que le podría pasar al esquiador Jon Santacana a partir de este momento. Y es que, junto con su guía, Miguel Galindo, el guipuzcoano se adjudicó el domingo la medalla de plata en la prueba de eslalon en los X Juegos Paralímpicos de Vancouver 2010.

«Yo estoy muy satisfecho. Si me llegan a decir hace meses que iba a sacar la plata en eslalon hubiese dado brincos de alegría. Lo que pasa es que he estado a las puertas de conseguir un oro», reconoció Santacana.

Ese segundo puesto final podría parecer poco premio para el guipuzcoano teniendo en cuenta la primera posición lograda en la primera manga, en la que registró un crono de 49.88, por delante del eslovaco Kajub Krako (50.41) y el italiano Gianmaria Dal Maistro (50.74). Santacana, no obstante, se mostró realista al señalar que «podía pasar cualquier cosa. Os lo dije antes, que el primero en la primera manga no significa nada y simplemente el segundo (en la primera manga) ha sido mejor que nosotros en la segunda y nos ha pasado».

Y así fue. La segunda manga fue algo más lenta para el esquiador, que realizó un tiempo de 57.03, superado por Krako (55.41), vencedor de la medalla de oro con un tiempo total de 1.45.82.

La plata es, sin duda, el premio al duro trabajo realizado por el deportista vasco durante su preparación para los Juegos Olímpicos. Además, justo antes de participar en Whistler, logró el triunfo en la Copa del Mundo de Esquí Alpino para Discapacitados en Aspen (Estados Unidos).

Primera medalla en eslalon

Y la alegría es mayor porque la medalla de plata supone su primera paralímpica en eslalon. «En Salt Lake City en eslalon me salí y en Turín estuve en malas condiciones y era imposible hacer nada», recordó Santacana.

«El eslalon es una prueba realmente complicada en el que el factor suerte también interviene mucho y es muy satisfactorio conseguir una plata en una de las pruebas más difíciles, si no la más, es muy importante», explicó.

Nada más concluir la prueba el deportista se sentía «un poco semi de bajón porque se ha estado a las puertas» de la victoria. A pesar de ello, la fortaleza del esquiador salió a relucir al subrayar que «cuando te serenas y reflexionas sobre la importancia de lo conseguido, que es realmente importante, yo creo que los ánimos tienen que estar altos y afrontar la siguiente prueba con mucha energía».

Una vez lograda la primera medalla, el reto será ganar otra, pero puntualizó que «de momento ya hay una, que era a lo que veníamos a los Juegos, y hay que ir afrontando carrera a carrera, poco a poco, e ir dando el máximo en las cuatro pruebas que quedan».