Los partidos de izquierda franceses anunciaron ayer su unión en casi todo el Estado para confirmar la victoria en la segunda vuelta de las elecciones regionales, mientras que la derecha comienza a dividirse en torno a las responsabilidades de la derrota electoral.

Representantes del PS, Europe Écologie y Front de Gauche-PCF llegaron a un acuerdo para unir sus listas en 19 de las 22 regiones metropolitanas para la segunda vuelta.

En la primera vuelta, el PS obtuvo el 29% de los votos a nivel estatal; Europe Écologie, el 12% y Front de Gauche, el 6%.

La derecha, representada por la UMP, se quedó en el 26%, mientras que el ultraderechista FN obtuvo el 12%.

Para mantenerse en la segunda vuelta, una lista debe lograr el 10% de los votos en la primera a nivel regional. Aquellas que han obtenido el 5% pueden fusionarse con una lista presente en la segunda vuelta.

Los ecologistas anunciaron que han llegado a un acuerdo con el PS «en todas las regiones, menos en Bretaña». Mientras que el Front de Gauche decidió mantener su candidatura en Limousin y en Picardía.

En la región PACA (Provenza-Alpes-Costa Azul), las formaciones de izquierda presentaron ya una lista conjunta en la Prefectura. De este modo, se enfrentarán unidas en la segunda vuelta a la UMP y al FN, que en la primera obtuvo el 20%, su mayor cota en el Estado francés.

Es complicado que la derecha aproveche las divisiones existentes en el seno de la izquierda, puesto que en estas tres circunscripciones el PS ha logrado victorias destacadas.

Triangulares con el FN

Por otro lado, la UMP deberá hacer frente a la presencia del FN en las doce regiones en las que el partido ultraderechista superó el 10%.

De hecho, tras los resultados de la primera vuelta, la derecha sólo parece tener posibilidades de imponerse en Alsacia, donde se sitúa primera en una estrecha pugna con el PS, y en dos de las cuatro «regiones de Ultramar», Guayana y Reunión.

Pero los responsables de la UMP, que niegan que el domingo hubieran padecido una derrota electoral, creen posible movilizar a una parte de los abstencionistas y recuperar algunos electores ecologistas. La segunda vuelta será «mucho más apretada que lo que se ha dicho», asegura el secretario general de la UMP, Xavier Bertrand.

Asimismo, centran sus esfuerzos en silenciar las primeras críticas surgidas en sus filas, que destacan que la política y la estrategia de Nicolas Sarkozy son las culpables de la pérdida de apoyo popular. El primer ministro, François Fillon, también llamó al orden a aquellos que, «lanzando críticas inútiles, cometen una falta y debilitan la mayoría».

Críticas de Juppé

La crítica más severa es, por el momento, la del antiguo primer ministro Alain Juppé, para quien la UMP «debería meditar sobre la pérdida de apoyos que padece».

El alcalde de Burdeos considera también que la remontada del FN se ha producido por «el inoportuno debate sobre la identidad nacional» que impulsó Sarkozy y dirigió su ministro de Inmigración, Eric Besson.

«A partir de ahora, se impone una reflexión sobre el ritmo de las reformas, el método por el que se preparan y se llevan a cabo, la concertación que les acompaña», añadió Juppé en su blog.