Las instituciones ante la crisis
El crédito de Lakua refleja los límites de la autonomía financiera vasca
La decisión de pedir un crédito a corto plazo de 600 millones de euros, oficializada ayer por el Consejo de Gobierno, le ha costado al Ejecutivo de Lakua duras críticas por su gestión de la política financiera, pero también ha servido para poner de relieve, una vez más, los límites de la autonomía económica de las instituciones vascas, de la que tantas veces han alardeado los diferentes mandatarios de la CAV y de Nafarroa.
Iker BIZKARGUENAGA | GASTEIZ
La decisión inédita del Gobierno de Lakua de pedir un crédito puente de 600 millones de euros para hacer frente a sus gastos corrientes, debido a los graves problemas de tesorería que sufre, además de poner en tela de juicio la capacidad de gestión del Gabinete de López -que ha sido aprovechado por el PNV para mantener un rifirrafe mediático con el PSE-, ha vuelto a sacar a la luz los límites de la autonomía financiera y económica de las instituciones vascas, que tantas veces han ensalzado unos y otros.
Porque la necesidad del Ejecutivo autonómico de pedir un crédito a corto plazo de 600 millones viene motivada por la negativa del Gobierno español de dar su visto bueno al programa de endeudamiento de Lakua para este año, que asciende a 2.050 millones de euros. En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, admitió la existencia de «diferencias de criterio» entre su Departamento y el Ejecutivo español, que contempla un límite de endeudamiento para la CAV de unos 147 millones menos.
A este respecto, explicó que ambos gobiernos mantienen conversaciones para alcanzar un acuerdo, que Aguirre prevé que no arrojarán un resultado antes del próximo día 22, cuando se reúne en Madrid el Consejo de Política Fiscal, al que acuden el Gobierno español y todas las autonomías. El consejero de Lakua expresó su confianza en alcanzar un acuerdo sobre «un punto de equilibrio» en esta materia, pero lo cierto es que para hacer efectivo este endeudamiento es necesaria la autorización de Madrid, y mientras ésta no llegue no habrá posibilidad de emitir deuda.
Sobre este tema, el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, criticó que Lakua «renuncia al autogobierno» al aceptar los «límites de endeudamiento que marca el Estado». En declaraciones realizadas a la agencia Efe, Muñoz destacó que es «la primera vez que el Gobierno Vasco acepta los límites de endeudamiento que marca el Estado» y valoró que «eso supone una renuncia al autogobierno en materia económica y financiera». Por este motivo, consideró «rechazable» la decisión de recurrir a un crédito puente.
Muñoz opinó que en una coyuntura como la actual, en la que el sector público debe ser el que «tire» de la economía porque el sector privado «está como está«, es una contradicción establecer límites al endeudamiento público. Además, consideró que que la polémica sobre la limitación del endeudamiento «tira por tierra» las tesis defendidas por el anterior Gobierno de Juan José Ibarretxe de acumular superávits en los años de crecimiento económico para tener capacidad de endeudamiento cuando llega la recesión.
Cambio respecto al viernes
Respecto a la situación real de las arcas de Lakua, frente a las declaraciones realizadas el viernes en sede parlamentaria, en las que afirmó que «no hay un euro», Aguirre aseguró ayer que la situación financiera del Gobierno autonómico «es buena». «Tenemos el nivel de endeudamiento vivo sobre PIB más bajo de las comunidades autónomas españolas, y por tanto la menor carga de deuda dentro del Presupuesto», defendió. Además, afirmó que 2010 comienza «con unas constantes presupuestarias muy razonables», por lo que, sostuvo, Lakua «puede presentar una senda de equilibrio presupuestario totalmente compatible con los requerimientos y el compromiso para el conjunto de administraciones españolas y para la Administración comunitaria».
Esta rectificación fue bien recibida por parte del PNV, que había achacado a Aguirre el haber dañado la imagen de la economía vasca. En rueda de prensa celebrada por la tarde en el Parlamento, Ricardo Gatzagaetxebarria, habitual portavoz del grupo jeltzale en materia económica, consideró una «irresponsabilidad» hacer afirmaciones como las que el consejero de Economía hizo el viernes, ya que, apuntó, el Gobierno «debe transmitir seriedad y serenidad» a la sociedad vasca y, sin embargo, «está jugando con la imagen y el buen nombre de Euskadi». El parlamentario del PNV insistió en que lo manifestado hace cinco días por Aguirre no se corresponde con la realidad, y valoró que «puede tener graves repercusiones» para la economía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, ya que puede suponer el encarecimiento de la deuda pública y de la prima de riesgo a la que se somete.
Gatzagaetxebarria consideró aquellas declaraciones un «desliz irresponsable», motivado por la improvisación, y también acusó al Ejecutivo del PSE de «ineficiencia» en la gestión de la política financiera. Asimismo, si bien se congratuló por la rectificación de ayer, consideró que ésta fue parcial, ya que si Aguirre declaró que a 31 de diciembre de 2009, existían 1.193 millones de euros en las cuentas del Ejecutivo y de sus organismos autónomos, el portavoz jeltzale cifró la cantidad real en 1.739,4 millones, sumando a la cantidad manejada por Aguirre 546,1 millones de las sociedades públicas y los organismos dependientes del Gobierno.
La secretaria de Comunicación de EA, Ikerne Badiola, calificó de «pantomima» el enfrentamiento entre el PSE y el PNV por las cuentas del Gobierno de Lakua, ya que, apuntó, «los reproches mutuos» finalizan con el apoyo de los jeltzales a la subida del IVA.
La parlamentaria de Aralar Aintzane Ezenarro acusó a Lakua de actuar «desde la improvisación» y de ser «incompetente». Desde Ezker Batua, Mikel Arana preguntó «cuánto nos va a costar en intereses» el pago del crédito puente de 600 millones de euros.
El PNV consiguió ayer que el PSOE pudiera sacar adelante en el Congreso español la subida del IVA en dos puntos a partir del mes de julio. De los 347 diputados presentes, 170 votaron a favor de la iniciativa del PP para rechazar la subida y 176 en contra. Ante la previsión de algunas ausencias, PSOE y PP movilizaron a todos sus diputados, incluidos el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, para asistir a la votación del pleno, que se esperaba muy ajustada, por lo que los apoyos de PNV y Coalición Canaria resultaron decisivos. Desde el PNV, Pedro Azpiazu le dijo al PP que «no se puede soplar y sorber a la vez» y advirtió de que los riesgos que afronta la economía española -«ataques especulativos» incluidos- hace imposible prescindir de la subida del IVA a riesgo de que Bruselas «pase factura». Azpiazu sostuvo que el PNV «siempre cumple sus acuerdos», como en el caso del apoyo que prestaron a los Presupuestos Generales del Estado. El rechazo a la subida del IVA contó con el respaldo del resto de grupos. GARA
El Gobierno de Miguel Sanz confirmó ayer que ha decidido bloquear las cuentas del Servicio Navarro de Salud, Osasunbidea, después del incremento de gasto observado en los dos primeros meses del año, lo que afectará a la partida para sustituciones de personal. El pasado 1 de febrero el Ejecutivo acordó en su consejo semanal, a propuesta de la consejera de Salud, María Kutz, y el titular de Presidencia, Javier Caballero, constituir una comisión que se «ocupara de observar la evolución» de los gastos de personal en este departamento, y los trabajos de la comisión habrían concluido que si se mantenía el mismo ritmo «se saldría de los ajustes económicos establecidos para contener el gasto», de modo que el Gobierno decidió bloquear las cuentas.
A pesar de ello, Kutz sostuvo ayer que «el paciente no ha notado nada» porque ha sido un «tema administrativo interno, un ajuste interno temporal». En rueda de prensa ofrecida ante el revuelo causado por esta noticia, la consejera defendió que «el número de prestaciones y la calidad seguirán siendo las que caracterizan al sistema», y argumentó que las medidas adoptadas «no son restricciones sino racionalidad».
Desde ELA no han visto las cosas del mismo modo, y a través de un comunicado consideró «inaceptable» el bloqueo de los contratos de sustitución temporal en Osasunbidea, y valoró que esta medida «puede tener consecuencias nefastas en la calidad del servicio y en las cargas de trabajo de la plantilla». A este respecto, este sindicato recuerda que la tasa de temporalidad actual de Osasunbidea es del 44,4%, y que en 2008 esta institución gastó 6,2 millones de euros en el pago de las peonadas.
También critica que las derivaciones a los centros privados «están aumentando de manera escandalosa», lo que «deja en evidencia cuáles son las prioridades del Gobierno navarro». ELA, en este sentido, apunta que no estamos ante una medida coyuntural, «sino del modelo de privatización que el Gobierno de UPN quiere implantar» en Nafarroa. GARA