Etxerat informó ayer que una decena de presos políticos vascos se quedaron sin vises el fin de semana por los cacheos a familiares y amigos.

En denuncia de esta situación, el pasado sábado se realizó una marcha a la prisión de Curtis y 44 personas se concentraron dentro la cárcel gallega con una pancarta y con la intención de entregar una carta al director. Todos los allí presentes fueron identificados por la Guardia Civil, que les aseguró que serán multados por haber provocado «desórdenes públicos».

Posteriormente, llevaron a cabo otra concentración en la Plaza del Obradoiro de Santiago, donde también fueron identificados. A la tarde, regresaron a la prisión de Curtis y denunciaron la situación por megafonía.

El último fin de semana se perdieron ocho vis a vises en la prisión gallega. Kandido Zubikarai también se quedó sin vis en Villena, al igual que Joseba Erostegi en Herrera. La cuñada de Antón López Ruiz no pudo acceder a la visita en Puerto I, ya que ahora le exigen casarse pese a haber entrado así durante 20 años. En Alcalá-Meco, Iker Agirre y Sergio Lezkano están juntos en un módulo en el que no hay nadie más.

Por otro lado, la Ertzaintza retiró ayer varias fotos de presos en el bar Txalupa del barrio de Errota en Gasteiz. La persona que se encontraba en la barra fue identificada y le notificaron la acusación de «enaltecimiento del terrorismo».

En defensa de los presos se concentraron ayer 150 personas frente al Teatro Arriaga de Bilbo y 11 en el barrio donostiarra de Añorga. El lunes se movilizaron también 13 vecinos en Zaldibar, 56 en Laudio, 55 en Oiartzun, 19 en el barrio bilbaino de Otxarkoaga y 24 en el de Zorrotza.