LAB valoró ayer, a través de una nota de prensa, la contención del gasto en el ámbito sanitario, ya ajecutada en Nafarroa, como se ha conocido esta misma semana, y en vías de aplicación también en la CAV, a través de la propuesta del Ministerio de Sanidad español. A juicio del sindicato abertzale, las instituciones implicadas «pretenden imponernos una serie de «medidas drásticas para contener el gasto sanitario»» con las que «se responde a la mayoría sindical de este país» y «se dice no a su decálogo, en la exigencia de incrementar el gasto en Sanidad en un 52%». «Esta exigencia no era y no es un capricho, en esta coyuntura lo que hay que hacer no es recortar el gasto público sino todo lo contrario, si queremos superar definitivamente esta crisis la clave es apostar por el desarrollo de los servicios públicos», valora LAB en el comunicado remitido a los medios.

A su juicio, en el caso concreto de la Sanidad «esta apuesta debería ser aún si cabe mucho más decidida, no sólo porque nos encontramos a años luz de la cobertura sanitaria con respecto a los países más avanzados de Europa, sino porque la situación tanto en Osasunbidea como en Osakidetza es a todas luces caótica». Una situación que, apunta, «todas y todos percibimos en lo cotidiano», citando ejemplos como las «listas de espera interminables, servicios de urgencias abarrotados, hospitales saturados, patologías fuera de cobertura pública y el desvío de actividad asistencial a empresas privadas».

Una situación que, tal como recuerda, vive de forma especialmente intensa el personal afectado, que hace frente a unas «cargas y ritmos de trabajo insostenibles, una presión diaria insoportable, falta de recursos, desregularización de las condiciones laborales, temporalidad con contratos, incluso por horas», lo que origina una atención y servicio deficitario.

«Sí hay dinero»

En este contexto, LAB censura que desde las instituciones se diga que no hay fondos, y sostiene, por contra, que «sí hay dinero, la cuestión es que está mal repartido, y si lo está es además porque quienes gobiernan no sólo lo consienten, sino que lo impulsan». Apunta, en este sentido, que la premisa sobre la que se basan los mandatarios para contener el gasto en Sanidad es que en crisis incrementar los presupuestos resulta complicado, a lo que responde que «es mentira», ya que «si hubiera voluntad política por hacer una política fiscal justa los presupuestos públicos se incrementarían y mucho, pero para ello deben optar por pedir que apechuguen a quienes más tienen, y eso es lo que no quieren».

Por ello, esta central sindical espresa su deseo de que «las personas responsables de Osasunbidea y Osakidetza no atiendan las «recomendaciones» del Ministerio» y, por contra, «sí atiendan las de la mayoría sindical vasca, porque es la única forma de construir un sistema de salud de calidad».