Victoria casi sin querer de los hombres de negro
Cajasol tuvo el partido a su merced, pero no supo rematar y sucumbió ante el arreón final de Bilbao Basket, que tuvo en Janis Blums el faro que precisaba. Kirksay pudo empatar con tres tiros libres, pero no acertó.
BIZKAIA BILBAO BASKET 63
CAJASOL 60
Arnaitz GORRITI
Bizkaia Bilbao Basket se está abonando a las victorias en finales surrealistas. Si ante el Murcia fue un triple milagroso de Salgado, ante Cajasol fue un último cuarto a la desesperada lo que trajo la remontada y arrima a los de Katsikaris a los puestos de play off. El dominio del cuadro hispalense se vino abajo en unos último minutos en los que Janis Blums ejerció de faro con varias canastas providenciales. Aun así, con 62-59 en el luminoso, Kirksay tuvo tres tiros libres para empatar, pero el franco-neoyorquino erró dos de los lanzamientos, para alivio y alegría del Bizkaia Arena.
Y eso que el partido nació torcido para los vizcainos. Cajasol asfixiaba a base de presionar y ello hizo que los jugadores locales se precipitaran y cedieran ventaja desde el inicio: 6-15.
Una vez más, Salgado y Banic debieron arreglar el entuerto, logrando arrimar a su equipo mediado el segundo cuarto: 22-27. Pero el cuadro de Joan Plaza no dejaba de controlar el duelo. Con Kirksay, Savanovic y Ellis en vena, se bastaban para abrir brecha y llegar al descanso con un raquítico marcador de 23-33.
La solución, en la locura
La clave de la victoria, según Katsikaris, era el de controlar el ritmo del partido. Por tanto, los hombres de negro volvieron de los vestuarios dispuestos a enloquecer el partido.
Y la solución surtió efecto, aunque fuera por demérito de un Cajasol que perdonó ocasión tras ocasión para romper el partido. Mientras, Warren, Blums y Mumbrú empezaron a tirar del carro con sus aciertos, hasta el punto de remontar en el último minuto. La victoria bilbaina es injusta, pero la realidad no entiende de merecimientos.
Fotis Katsikaris tiene fama de ser un buen «psicólogo». Aunque también sabe sacar el látigo, su principal método es la de motivar y animar a su grupo para que obtenga los mejores resultados posibles. Por eso, pese al mal partido de ayer -mal partido reconocido por el técnico heleno-, dejó las críticas y destacó la «actitud» de los suyos como clave de la remontada.
«Estoy muy feliz con la actitud mostrada en la segunda mitad. En el descanso decidimos ponernos a su nivel defensivo y ser más verticales en ataque, usando sistemas cortos: bloqueos directos, y dos o tres pases más. Era un partido que pudimos perder pero ganamos, por lo que estoy muy contento», subrayó.
A. G.
