Crónica | CEZ Group
Una empresa energética checa tiene una unidad armada para perseguir a clientes morosos
Habrá estados de la UE en los que es más probable que en otros que los denominados policías de élite irrumpan en una casa por los motivos que fueran. Pero es en la República Checa donde el grupo especial de la empresa energética CEZ asalta viviendas en busca de morosos y «ladrones de la corriente». A su paso han quedado un muerto y 32 denuncias.
La empresa energética CEZ, una de las diez mayores de Europa, dice que cada año pierde unos 4 millones de euros por morosos que no pagan sus cuotas u otros que roban la corriente manipulando las instalaciones electrícas. Con estos hechos argumentó su presidente, Martin Roman, la creación de la «División para Pérdidas No Técnicas», más conocida por sus siglas checas NTZ. Su cometido es cobrar a los morosos lo que le deben a la empresa y luchar contra los «ladrones de la corriente» que «operan en bandas». Para tal tarea los miembros de la NTZ visten de un uniforme negro con casco militar. Con este aspecto se parece a la unidad especial de intervención de la policía checa. Además los empleados de la CEZ reciben clases de tiro, lanzan granadas de mano y efectúan cualquier otro entrenamiento que corresponde a los célebres comandos «antiterroristas» que operan en todo el mundo.
Sin embargo, los hombres de la NTZ no se han limitado a hacer la guerra en sus campos de entrenamiento, sino que la han llevado a las casas. Como es el caso de Pavel Skrans en cuyo domicilio interrumpieron fuertemente armados. Se le acusaba de haber manipulado el contador y le citaron a medioanoche en una oficina de la CEZ donde dos hombres armados cuantificaron la multa en tres millones de coronas checas, unos 120.000 euros. El PIB per cápita checo se sitúa en 12.400 euros.
Skrans tuvo suerte porque salió vivo del asunto. En otro caso, ocurrido en 2005, la NTZ asaltó la vivienda de un supuesto moroso pero el hombre se había escapado. Entonces los hombres de la NTZ obligaron a su mujer a llevarles hasta el escondite. Cuando entraron en el refugio, el marido se había suicidado con un tiro en la cabeza, según dijo la versión oficial.
Hay más relatos de chantaje, presión y extorsión. En febrero la fiscalía checa acusó a 26 de los sheriffs privados de la CEZ por varios delitos. Anteriormente, el abogado Jan Rytífi, que representa a varias víctimas de la NTZ, hizo llegar algunas grabaciones en video a los medios de comunicación. En ellos se ve el entrenamiento paramilitar del grupo que, aparte de las artes marciales y prácticas de tiro, incluía descabezar a gallinas vivas o maltratar a presos en calzoncillos y con una capucha en la cabeza. El portavoz de la CEZ, Martin Pavlíãek, justificó este entrenamiento en que «muchas personas a las que se enfrenta plantan marihuana y pertenecen al crimen organizado». En una entrevista con Radio Praha el ministro de Interior, Martin Pecina, expresó su compresión por la reacción de la CEZ contra los ladrones de la electricidad «porque no estamos en Ucrania». Pecina no cuestionó del todo el hecho de que en este caso una empresa se otorgue competencias propias del Estado.
Política de liberalización
La actuación de la CEZ y la situación existente se explican con la política de la liberalización del mercado energético de Chequia que se inició en 2003 y que culminó, según declaraciones oficiales, en 2006. En este país, CEZ produce el 70% de la energía eléctrica en 15 centrales de carbón y en dos nucleares. Esta posición casi monopolista la adquirió después de fusionarse con varias empresas regionales.
Otro 24% del mercado eléctrico lo mantiene la multinacional alemana EON que con su entrada en Chequia tejió una red que une sus instalaciones en Alemania con las que posee en Eslovaquia y Hungría.
También para el mercado del gas Chequía es importante, porque junto a Polonia es un país neurálgico donde gaseoductos de unos 50.000 kilómetros de longitud hacen llegar este combustible procedente de Rusia y Noruega a la UE. Asimismo, este mercado está completamente privatizado y repartido entre el importador monopolista Transgas y la alemana RWE Gas. La misma política se aplicó también al agua: los municipios alquilaron sus instalaciones a firmas privadas mientras que el Estado privatizó todas las empresas nacionales de este sector.
El Gobierno checo no para de subrayar que sus precios de luz y gas se sitúan por debajo de la media europea. Eso hace rentable el negocio de la exportación.
La CEZ y EON se beneficiaron del auge de la economía checa, que en 2006 alcanzó cinco puntos, y de que el país está en condiciones de exportar buena parte de la energía que produce.
Aparte de eso la CEZ es tan influyente en Praga que acaba de intervenir ante el Gobierno para que evite la expansión de la energía solar y eólica «para no poner en peligro el suministro energético del país». El ataque contra las energías renovables se explica con el plan de la CEZ de invertir cinco mil millones de euros en la ampliación de la central nuclear de Temelin. EON respalda la iniciativa del monopolista negándose a meter más «corriente verde» en su red.
Ingo NIEBEL