El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, dijo ayer que la UE «no dejará caer a Grecia» si la «especulación malsana» agrava su crisis de endeudamiento. Juncker explicó que no excluye que el Fondo Monetario Internacional (FMI) participe en el plan europeo de rescate de Grecia con una ayuda financiera que se sumaría a los préstamos bilaterales de los países de la eurozona. Pero añadió que no ve imprescindible que los jefes de Estado y de Gobierno acuerden ya el plan de rescate griego ya durante la cumbre que se celebrará en Bruselas los días 25 y 26 de marzo.

El presidente del Eurogrupo se alineó así con las tesis de la canciller alemana, Angela Merkel, que sostiene que Grecia no necesita ayuda financiera y se resiste a adoptar una decisión durante la cumbre, discrepando del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que exige que se apruebe el plan esta semana por considerar que la actual situación es insostenible. Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, advirtió ayer de que sólo se justificaría un apoyo financiero de los socios europeos a Grecia, si la situación fuera «extraordinaria» y afectara a la estabilidad del conjunto de la zona euro.

Trichet puso además tres condiciones: «No confundir un préstamo con una subvención»; la aplicación estricta de las exigencias y sanciones del Pacto de Estabilidad, y que se dé una situación «realmente extraordinaria para el país y que pueda crear un problema a toda la zona euro».

Los ministros francés e italiano de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner y Franco Fratini, en cambio, son favorables a que la cumbre de líderes europeos apruebe el modelo de ayuda a Grecia.