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Cuartos de final de la Euroliga

El Baskonia aspira a volver a hacer que salte la banca en Moscú

Ivanovic, que podrá contar con Splitter y Eliyahu, aspira a ganar al menos uno de los dos primeros partidos de la cancha del CSKA. Late en el recuerdo la victoria en la semifinal de la Final Four de 2005.

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CSKA MOSCÚ-BASKONIA

Arnaitz GORRITI

Bien es sabido que no por sacar las galas de pretéritas hazañas éstas vuelven a aflorar. No obstante, cuando dos equipos como CSKA de Moscú y Caja Laboral Baskonia vuelven a cruzarse en una eliminatoria europea, sí que es pertinente hacer referencia a ellas. Porque aunque el pasado sea grandioso,lo mejor siempre está por llegar.

Aquel cada vez más lejano 6 de mayo de 2005 el Olympisky Arena fue testigo de cómo el Baskonia, en su primera incursión en la Final Four, hacía saltar la banca y derrotaba por un claro 78-85 al conjunto del Ejército ruso en la segunda semifinal de una Final Four diseñada expresamente para el cuadro moscovita. Los 23 puntos de Macijauskas, los 11 puntos y 12 rebotes de Kornel David, o los 9 tantos, 4 rebotes y 5 asistencias de Pablo Prigioni, entre otros, dejaron en la cuneta al máximo favorito de aquella Euroliga, un CSKA de Moscú que contaba en sus filas con gente de la calidad de Holden, Smodis -únicos supervivientes de aquel encuentro, aunque el esloveno es seria duda-, Papaloukas, Marcus Brown o Andersen.

El objetivo, cinco años más tarde, es el mismo, y aunque la empresa es tan complicada como en aquel entonces, la buena imagen ofrecida por los de Dusko Ivanovic en el último encuentro de la ACB parece haber despertado un tanto la esperanza de la afición gasteiztarra, muy de capa caída con el juego y los resultados de su equipo estas últimas semanas.

Para mayor alegría de la familia baskonista, tanto Tiago Splitter, que ya jugó unos pocos minutos ante el Barcelona, como Eliyahu estarán a disposición de su técnico, de modo que, por primera vez desde finales de enero, la plantilla gasteiztarra estará al completo. El esguince de tobillo de San Emeterio al parecer no reviste importancia.

El primer partido, clave

Que la eliminatoria de cuartos de la Euroliga sea al mejor de cinco encuentros resta posibilidades de sorpresa. Sea como fuere, el Caja Laboral Baskonia tendrá dos oportunidades, primero hoy a las 18.15, y si no el jueves, a partir de la misma hora, de romper el factor cancha que en estos momentos beneficia al cuadro entrenado por Evgeny Pashutin.

De cualquier modo, todos coinciden en cargar de mayor trascendencia el envite inicial. «Si ganamos el primer partido, nos quitaríamos la presión de encima para pasársela a ellos», declaraba Marcelinho Huertas.

Según el base paulista, «en la primera fase, a pesar de tener muchos lesionados, les jugamos de igual a igual. En Gasteiz ganaron por cuatro puntos y en Moscú estuvimos dominando casi todo el partido y sólo nos ganaron con un triple sobre la bocina». Tiago Splitter añadía que el conjunto baskonista tiene «muchas opciones de pasar» porque «el CSKA no es un dragón de siete cabezas».

El conjunto moscovita, recientemente proclamado campeón de la Copa de su país, es una escuadra experimentada, que conoce en carne propia de lo que es capaz el Caja Laboral Baskonia.

 
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