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La Diputación de Bizkaia recorta un 25% los contratos para la asistencia social

El comité del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) afirma que más de 1.000 usuarios de las residencias de la Diputación ven disminuida la calidad de la atención que reciben por el recorte en las contrataciones.
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GARA | BILBO

Los trabajadores y trabajadoras de la Diputación y del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) de Bizkaia denunciaron ayer la decisión «sin precedentes» que ambas entidades han tomado de reducir en más de un 25% las contrataciones del personal para las sustituciones. Una decisión, que afirmaron, tiene consecuencias graves, especialmente para los usuarios. Según informaron, el recorte representa alrededor de 4.000 contratos menos al año. Concretamente, afirmaron que el IFAS está suprimiendo los contratos para cubrir las bajas médicas, descansos compensatorios o vacaciones de los trabajadores, «dejando las plantillas de los centros en mínimos».

En lo referido a las personas mayores desde el comité de empresa afirmaron que éstos sufren la merma en la plantilla porque tienen que ser atendidas en menos tiempo. Así, señalaron que hay tareas importantes, como, por ejemplo, la vigilancia de las personas encamadas, «que se hacen a medias», y otras que directamente «no se hacen» como, por ejemplo, los baños semanales. También, citaron a usuarios que quedan en cama por falta de personal para levantarlas o acostarlas.

Asimismo, denunciaron que los trabajadores no pueden ofrecer a los niños atendidos por el IFAS el apoyo en varias situaciones y que en los centros para personas con discapacidad no pueden controlar «atenciones básicas» como las comidas, el aseo o la ropa que se ponen.

«Chantaje emocional»

Junto a los usuarios, la falta de personal también afecta a los trabajadores. «Todos sabemos lo que sucede cuando alguien falta en nuestro turno: la carga de trabajo aumenta para el resto del personal», señalaron. Por lo que denunciaron que el recorte, en este caso, recae sobre las espaldas del personal. Además, afirmaron que a esta situación hay que añadirle «el chantaje emocional y sentido de la culpabilidad» que sufre el trabajador a la hora de caer en baja o pedir una licencia «cuando sabes que no te van a sustituir y que serán tus compañeros y residentes los que sufran las consecuencias».

Recordaron que el presupuesto para el personal del IFAS para el 2010 se aprobó sin ningún tipo de recorte por lo que, si se han de recortar gastos, «podemos empezar por jefaturas innecesarias, dedicaciones exclusivas, campañas de autopropa- ganda institucional, etc.», señalaron.

Asimismo, afirmaron que en la actual coyuntura económica destruir empleo es una «irresponsabilidad».

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