Cuatro empresarios de Azkoitia fueron detenidos el lunes por la Policía española acusados de dirigir una compañía utilizada para introducir de forma fraudulenta en el Estado ciudadanos magrebíes, que al parecer eran explotados laboralmente. Según informó ayer la Delegación del Gobierno español en la CAV, además de estos cuatro empresarios, también fue arrestado un ciudadano marroquí que actuaba supuestamente como intermediario.

Si bien la detención de estas cinco personas se habría producido el lunes, las investigaciones se iniciaron hace varios meses, cuando, siempre según estas fuentes, se comprobó que dicha empresa contaba con un gran número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social y que además tenía un «numeroso grupo de ofertas laborales que no se correspondían con su actividad comercial».

También se habría detectado que había otro grupo de ciudadanos magrebíes que había conseguido regularizar su situación a través de dicha compañía, aunque actualmente ya no constaba que trabajaran en ella.

De esta manera, los responsables de la investigación pudieron averiguar que la empresa hacía una serie de ofertas de trabajo a ciudadanos marroquíes a cambio de grandes cantidades de dinero de forma que éstos pudiesen obtener los visados y posteriormente regularizar su situación en el Estado español utilizando la documentación facilitada de modo fraudulento.

Las indagaciones permitieron determinar que los detenidos «habrían obtenido ingresos directos superiores a los 600.000 euros» y que sometieron supuestamente a los magrebíes a una explotación laboral al obligarles a trabajar en la empresa una media de seis meses.

En la operación policial también se habría intervenido un vehículo de gama alta, que al parecer el magrebí detenido había regalado a los propietarios de dicha empresa como pago por varias ofertas efectuadas a familiares directos.

Los pagos que cada ciudadano magrebí debía abonar por acceder a este tipo de contratación podrían alcanzar, en algunos casos, hasta los 12.000 euros.

Todos los detenidos, los cuatro empresarios vecinos de Azkoitia, de entre 36 y 51 años de edad y el ciudadano marroquí de 35, fueron puestos a disposición judicial.

Las mismas fuentes aseguraron ayer que los arrestos fueron posibles gracias a la «colaboración ciudadana».