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Roma congela la designación de Iceta ante el cisma en la Iglesia guipuzcoana

La designación de Mario Iceta como obispo titular de Bilbo no será inminente ante el cariz que está adquiriendo la situación de la Iglesia guipuzcoana, donde la mayoría del clero y de la comunidad diocesana está enfrentada abiertamente a José Ignacio Munilla. Tal es el conflicto que en algunos arciprestazgos no van a participar en el proceso de elección de los nuevos vicarios generales que el prelado quiere imponer.
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Agustín GOIKOETXEA |

Hubo analistas que afirmaron equivocadamente que el tiempo iba a calmar las aguas en el seno de la Iglesia vasca tras el impulso a un cambio de rumbo dado por la Santa Sede con las designaciones de Mario Iceta como obispo auxiliar de Bilbo, en febrero de 2008, y de José Ignacio Munilla como titular de la diócesis donostiarra, en noviembre de 2009. La situación es bien distinta, advirtiéndose en el caso de Gipuzkoa dos bloques diferenciados en el seno de su comunidad diocesana: uno mayoritario fiel al Concilio Vaticano II y otro representado por aquellos que rodean al nuevo prelado ultraconservador.

La elección de los vicarios generales es buena muestra del conflicto. Aunque Munilla trató de pactar una «tregua» con la mayoría de los párrocos críticos con su nombramiento y dibujó un supuesto proceso participativo, pronto transcendió que el candidato del obispo era el azkoitiarra Joseba González Zugasti. Los presbíteros le han venido reclamando en las reuniones en los catorce arcipreztazgos en que se divide Gipuzkoa listas abiertas para dar la mayor transparencia posible al proceso, pretensión a la que se opone el obispo amparándose en el Derecho Canónico.

Asimismo, Munilla Aguirre opta por un sistema de elección secreto, según fuentes de la Iglesia guipuzcoana, aduciendo que en Araba y Bizkaia también se emplea, argumento que no convence a los críticos, que califican la supuesta homogeneización de procesos como una «excusa». La duda se mantiene acerca de quién será el otro vicario general, partiendo de que Joseba González Zugasti será uno.

Los sacerdotes dudan de que los elegidos como vicarios generales vayan a ser los más votados y creen que finalmente serán aquellos que no incomoden el incipiente episcopado de Munilla. En algunas unidades eclesiales ya le han comunicado que no votarán, lo que desvirtuará el procedimiento pensado por el prelado y su equipo. «Lo único que admite es que quiere que los vicarios generales sean de las dos sensibilidades -explican los presbíteros consultados-, una de quienes apostamos por seguir concretando y avanzando en el espíritu del Concilio Vaticano II y otra, la línea de restauracionismo del nacional-catolicismo español».

Mientras, José Ignacio Munilla continúa perfilando su equipo. Tras la elección del abogado asteasuarra Tomás Iraola -laico, casado y con tres hijos- como secretario general de la diócesis, llegó el nombramiento de la efímera directora de informativos de Euskadi Irratia de la era López, Aurkene Iturrioz, como responsable de Comunicación. Desde la diócesis se apunta la relación familiar de la ex presentadora del tiempo de ETB con la derecha españolista, lo que le habría llevado a aceptar el cargo, con una menor asignación económica mensual que las que ha percibido en anteriores empleos.

Otro de los puntales del equipo del prelado es su secretaria personal desde su destino en Palencia, la durangarra Miren Eguzkiñe Atutxa, que pertenece a la Fraternidad Reparadora Apostólica en el Corazón de Cristo, un instituto femenino de derecho diocesano fundado por uno de los pilares del seminario toledano, cantera de la nueva hornada de obispos ultraconservadores españoles, el jesuita Luis María Mendizabal.

La Pastoral Juvenil tendrá como nuevo responsable a Ibon Elosegi, que fue catequista en la zona de Bidebieta-La Paz. A este donostiarra, según fuentes diocesanas, «se le invitó a dejar la enseñanza del Catecismo católico por regirse por el viejo sistema de pregunta-respuesta, ya que no estaba en la línea de la diócesis, más progresista».

Munilla quiere que Elosegi trabaje codo con codo con el hasta ahora encargado de Pastoral Juvenil, Mikel Iraundegi, al que se le ha asignado la responsabilidad de Pastoral de la Familia. «Se trata de un intento de llevar adelante una coordinación y planificación conjunta», explican.

El ambiente en la diócesis guipuzcoana no puede estar más enrarecido, con la existencia de facto de dos Iglesias. Mientras la minoritaria -la de José Ignacio Munilla- pone las bases de su episcopado, la mayoritaria observa sin articular nuevos movimientos que hagan llegar su voz crítica a Roma. Su peso específico se demuestra en los dos documentos impulsados en el seno del clero guipuzcoano en diciembre y marzo: el de la mayoría de los párrocos mostrando su «disconformidad» con el nombramiento de Munilla como obispo de Donostia y el de los 252 sacerdotes que escribieron una carta de apoyo al teólogo José Antonio Pagola.

Con este panorama en Gipuzkoa, la curia vaticana no parece dispuesta a echar más combustible a la caldera en que se ha convertido la Iglesia vasca. El 17 de abril, Ricardo Blázquez será consagrado en Valladolid como arzobispo y dejará Bilbo, de donde ha sido durante 15 años obispo, en situación en interinidad. En los meses en que se estuvo barajando acerca de la fecha en que se iba a hacer público el ascenso del abulense, se dio por hecho que la Santa Sede iba a anunciar en breve el nombramiento de Mario Iceta, obispo auxiliar desde el 12 de abril de 2008, como titular.

Cautela vaticana

La convulsión en Gipuzkoa, subrayan fuentes de la Iglesia vizcaina, preocupa en la diócesis. «No hay seguridad de que no se vuelvan a encender los rescoldos de la polémica que se vivió en la primavera de 2008 con la llegada de Iceta. Por lo que, por prudencia, Roma parece que no va a nombrarle titular con celeridad. Además, la situación en Gipuzkoa, donde hay de facto dos comunidades, invita a esperar», argumentan.

Tampoco consideran «desdeñable» el movimiento de apoyo al libro de Pagola, ``Jesús. Aproximación histórica'', en torno al que se ha situado la mayoría de los católicos vascos. Aguardar a que «se enfríe» la polémica y que la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe dé carpetazo al asunto son otros factores «importantes» para no oficializar aún el nombramiento de Iceta Gavicagogeascoa.

La tesis que consideran más verosímil es que Blázquez, ya en tierras castellanas, dirija Bilbo en calidad de administrador diocesano. Iceta, por su parte, continuará su trabajo, especialmente con seminaristas y superiores de la institución de formación eclesial, así como encuentros con los curas más jóvenes. Es ahí, entre el clero joven, en su mayoría muy conservador, en el que la Conferencia Episcopal Española (CEE) tiene puestas todas sus esperanzas para lograr acabar con las características especiales de la Iglesia vasca, más progresista que las de su entorno.

Durante los quince años del episcopado de Ricardo Blázquez en Bilbo, el de Villanueva de Campillo ha ido ordenando sacerdotes que están más en la órbita de los pujantes movimientos neoconservadores católicos. El peso numérico de los presbíteros veteranos, que bebieron de las fuentes del Concilio Vaticano II, y de la tela de araña que conforman los laicos -muchas mujeres y jóvenes- comprometidos con movimientos sociales vinculados a la Iglesia, han hecho difícil la labor encomendada al «tal Blázquez» por Roma.

En estos tres lustros, el que será el 17 de abril el nuevo arzobispo pucelano no ha logrado «desmontar» el tejido organizativo impulsado por Luis María Larrea y Juan María Uriarte en Bizkaia, limitándose a dar acceso a nuevos presbíteros que han ido ocupando las parroquias que han abandonaban los sacerdotes más longevos.

Munilla se presenta ante los fieles en una nueva marcha a Arantzazu

José Ignacio Munilla encabezará hoy la marcha de Oñati a Arantzazu que anualmente organiza la diócesis de Donostia y que congrega en cada edición a miles de fieles. «La Palabra: vida y compromiso» es el lema elegido para esta peregrinación católica que se realiza en la víspera del Domingo de Ramos, en la que se ha reivindicado la paz desde que comenzó a organizarse en 1986.

Será la primera ocasión en su condición de obispo que Munilla participe y cuando es evidente que la mayoría de los componentes de la comunidad diocesana guipuzcoana discrepan de su línea pastoral. En la presentación de la marcha, el prelado subrayó que la consideran «un instrumento pastoral de gran valía».

Después de reflexionar acerca del concepto teológico de la paz, Munilla incidió en que la subida hasta Arantzazu «será una ocasión para beber de las fuentes biblicas», citando que el lema «La Palabra: vida y compromiso», servirá para fijar la atención de los participantes en el contenido de la pastoral ``Acoger y transmitir la Palabra de Dios'' que los obispos de Hego Euskal Herria hicieron pública el año pasado.

El acto religioso comenzará hoy, a las 9.30, en las inmediaciones del Hotel Soraluze, de donde partirá la marcha de nueve kilómetros encabezada con una pancarta con el lema «Palabra de compromiso», que portará entre otros José Ignacio Munilla. Los 165 altavoces ubicados durante el recorrido servirán para emitir cantos, poemas y bertsos que los participantes podrán seguir. Al término de la peregrinación en Arantzazu, el prelado se dirigirá a los congregados en la explanada del santuario. GARA

Religiosos de Bizkaia

Un grupo de religiosos y religiosas que trabajan en barrios, en Bizkaia, ha emitido un comunicado esta semana en el que vuelven a insistir en la necesidad de consultar a la comunidad diocesana sobre el nombramiento de un obispo.

mayoritario

Miembros de la Iglesia guipuzcoana promueven que se articule un movimiento en el que confluyan todos aquellos integrantes del clero que se han oposicionado en favor de Pagola y han criticado la designación de Munilla como prelado.

A la espera

Fuentes diocesanas aventuran que Roma tardará aún unos meses antes de oficializar que Mario Iceta Gavicagogeascoa se convierta en el nuevo obispo titular de Bilbo tras la marcha de Ricardo Blázquez a Valladolid.

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