Washington y Moscú anunciaron ayer la firma de un nuevo tratado destinado a reducir sensiblemente su número de ojivas nucleares.

Tras meses de negociaciones, los presidentes estadounidense y ruso, Barack Obama y Dimitri Medvedev, acordaron gracias a una conversación telefónica suscribir este tratado, que sustituirá al acuerdo Start I de 1991, durante una ceremonia que tendrá lugar el 8 de abril en Praga, la ciudad en la que Obama anunció en la primavera de 2009 su ambición de lograr un mundo sin armas atómicas.

«Con este acuerdo, EEUU y Rusia -las dos mayores potencias nucleares del mundo- indican claramente que están dispuestos a mostrar el camino», declaró Obama ante los periodistas en la Casa Blanca.

Por su parte, el Kremlin estima que «el nuevo tratado eleva el nivel de cooperación ruso-estadounidense en el desarrollo de nuevas alianzas estratégicas», mientras que Medvedev observó que este acuerdo «refleja el equilibrio de los intereses de los dos países».

Sin embargo, pese al anuncio, no tardaron en surgir las discrepancias entre Washington y Moscú. Así, el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, destacó que el nuevo Start no afecta al plan de escudos antimisiles que EEUU está levantando en Europa Central y que Rusia considera como una amenaza.

«La defensa antimisiles no está restringida por el tratado», destacó Gates, que compareció junto a la secretaria de Estado, Hillary Clinton; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen; y la subsecretaria de Estado para el Control de Armas y Seguridad Internacional, Ellen Tauscher. El argumento de EEUU es que el Start afecta sólo a armas ofensivas y no a defensivas como, a su juicio, es el Start. Rusia rechaza esta distinción.

En febrero, Rumanía aprobó un plan para instalar en su territorio interceptores terrestres del nuevo sistema antimisiles que desarrollará EEUU tras cancelar en setiembre el polémico escudo con bases en Polonia y Chequia.

Junto a ello, la Embajada rusa en Praga manifestó ayer su malestar por las prisas con las que la prensa checa desveló que la firma del nuevo acuerdo será el próximo 8 de abril en esa ciudad y destacó que deberían haber esperado a un anuncio oficial.