La sierra de Aralar es un entorno muy versátil para el montañero y sus características pueden acomodarse a los gustos más variados. El extremo sur presenta unas grandes extensiones boscosas sobre las que emergen los terrenos abiertos de los pastizales. La excursión que proponemos va a discurrir por este tránsito de paisajes, describiendo desde el puerto de Lizarrusti un circuito en el que los refugios de Igaratza serán el eje del mismo.

Como decimos, el puerto de Lizarrusti (610 m) será el punto de inicio de este itinerario. Desde el aparcamiento abierto frente a la casa del parque, descendemos unos metros por la carretera en dirección a Etxarri. Poco antes de las ruinas de la antigua Venta Isabel, arranca un camino a la izquierda que cruza una langa y avanza en sesgo hacia el hayedo. La ruta va ganando altura, primero con suavidad y más adelante con fuerza, siguiendo en paralelo a la línea de una alambrada. Cuando el tendido de esta divisoria gira 90º también lo hace el sendero, buscando el pequeño collado de Beorresi. Es el momento de tomar decididamente por la pendiente hacia arriba para alcanzar la cercana cima de Alleko, en la que un buzón representando un reloj de sol marca el punto más elevado (1.018 m) ( 1h).

De nuevo en el collado, la ruta avanza con rumbo este siguiendo un cordal en el que proliferan hermosos acebos. Las marcas de la GR nos guían a través del bosque hasta llegar a un claro en una hondonada. Allí la ruta gira ligeramente a la derecha para seguir ganando altura entre un bosque en el que el horizonte sur está dominado por la mole de Puttarri.

Llegamos a la frontera entre el bosque y los prados. Los espacios se amplían repentinamente y del Aralar forestal pasamos al de los pastores.

Dejando a la derecha la loma de Ormazarreta, los balizajes nos guían entre los roquedos hacia el sendero que, flanqueando la ladera de Otsoarrate, se acerca hacia Igaratza (1.220 m) (2,40 h).

Hacia el embalse de Lareo

Los refugios de Igaratza son un lugar adecuado para descansar. Desde su emplazamiento se puede trazar con la vista el resto del itinerario, que va a dirigirse hacia el grupo de bordas de Doniturrieta, que se divisan en la distancia.

Partimos de Igaratza por una pista con rumbo norte, pero pronto deberemos dejarla para desviarnos hacia la izquierda por otra que inicia un descenso continuado en dirección oeste. Obviando los caminos que se dirigen hacia las laderas de Pardarri, mantenemos en todo momento la referencia del grupo de bordas de Doniturieta Azpikoa.

Una vez frente a ellas (975 m) (3,40 h), nos escoramos hacia la derecha para abordar un sendero recientemente acondicionado, que con comodidad pierde altura siguiendo una media ladera hasta llegar a un indicador junto a la txabolas de Enirio.

Aquí deberemos prestar atención a las referencias de dirección que muestra el poste indicador. Hacia la izquierda, siguiendo la ruta de la GR 35, deberemos de descender por la ladera herbosa. El sendero se desdibuja a tramos. Manteniendo la dirección inicial llegamos a un pequeño collado. Allí, varios senderos avanzan a media ladera manteniéndose en paralelo a una cerca alambrada. Poco a poco irán descendiendo al encuentro del pequeño desfiladero de Baiarrate.

En un breve tránsito, dejamos atrás el camino empedrado de Baiarrate y desembocamos en una pista. Poco más adelante, un sendero nos conduce hacia un moderno puente de madera, para continuar luego bordeando la orilla del embalse de Lareo (4 h) (730 m).

Junto a su muro de contención parte una pista de gravilla cuyas amplias curvas podemos ir recortando a través de atajos que nos llevan hacia el fondo de un pequeño valle. Cruzamos una langa para encaminarnos por un camino abierto en la piedra. Por el fondo de un profundo barranco se descuelga en cascadas sucesivas el caudal del arroyo de Agauntza. Un túnel horadado en la roca para el paso de las vagonetas de mineral abre la ruta hacia el ya cercano puerto deLizarrusti. (4,55 h).