La izquierda abertzale estudia impugnar el cambio en la organización de la Obra Social de Kutxa decidida en su última asamblea general ordinaria, el pasado jueves. El cambio supone que la obra social pasará a estar gestionada por diferentes fundaciones, en lugar de por la propia entidad directamente. La plataforma que agrupa a personas de diferentes sensibilidades de la izquierda abertzale estimó que esta modificación supone en realidad una privatización de la obra social.

Pero además, cuestiona la forma en que sea aprobó en la asamblea. Este cambio no figuraba como tal en el orden del día. En su lugar, se votó el punto de Gestión y Presupuestos de la Obra Social. Antes, los representantes de la entidad advirtieron de que la aprobación de este punto suponía aceptar también dicho cambio, ya que el Gobierno de Lakua exige que conste en la votación de la asamblea.

A juicio de la izquierda abertzale esta actuación es irregular por lo que estudia la posibilidad de impugnar el acuerdo. Cree que al no figurar en el orden del día no se podía votar pero tampoco «camuflar» en otro punto del mismo.

Critica que no se facilitó ningún documento sobre el cambio ni se explicó lo que supondrá el traslado de los activos y presupuestos de la obra social a las fundaciones donde pueden entrar otras entidades o empresas.

Por otro lado, recordó que en la asamblea de octubre del año pasado se aprobó el plan para el año 2010 acordando profundizar el Plan Social 2009-2011, pero ahora se ha sustituido por el plan social Bai 2010-2012. La izquierda abertzale opina que este cambio no corresponde a la asamblea celebrada la semana pasada, sino a la de octubre.

La Obra Social de Kutxa ha perdido la mitad de su presupuesto en los últimos años, pasando de gestionar 54 millones en 2007 a menos de 30 millones en 2009. En 2010 el presupuesto será de 29,9 millones a los que se suman otros 12 de remanente histórico.

Representantes de la izquierda abertzale en las cajas vascas ya criticaron el pasado jueves el «modelo mercantilista que adoptan estas entidades» y reclamaron un cambio por un modelo social.

«Lastre de ladrillos»

En la propia asamblea de Kutxa, un representante de LAB intervino y criticó que no se debatiera el cambio de la Obra Social en la misma.

Recordó que en octubre no figuraba la separación de la obra social en diversas fundaciones cuando se aprobó el proyecto de la misma para 2010.

Además, recordó la muerte en accidente laboral un trabajador de una de las empresas de la fundación Kutxa-Zabalegi, de Hernani. Por otro lado, criticó los resultados económicos, al considerar que están «lastrados por ladrillos y más ladrillos», en referencia a las inversiones inmobiliarias que ha llevado a cabo Kutxa.

«Cientos de millones enterrados, tirados por la fregadera cuando son tan necesarios», lamentó el representante sindical.

También reclamó transparencia sobre las retribuciones de la alta dirección de la caja guipuzcoana. El representante de LAB mostró su preocupación por la «sensación de buque a la deriva que ofrece la entidad en demasiadas ocasiones». «Tiran por la borda cientos de millones con decisiones equivocadas», afirmó, mencionando la provisión de 170 millones de euros a la inmobiliaria Monteverde para el traspaso de Banco Madrid a la Banca Privada d'Andorra, que pagará a Kutxa cien millones por la operación. ¿Quién se hace responsable de este desaguisado?», se preguntó.

Finalmente, reclamó la integración de las entidades de ahorro de ámbito vasco para «cruzar con éxito la tormenta» de la crisis. En cambio, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, afirmó que no se abordará la fusión hasta que pase la crisis.