Aviso a navegantes. Como siga así, Bizkaia Bilbao Basket se clasificará para los play offs, y si se da ese supuesto, más les vale a sus rivales derrotar al conjunto bilbaino con una holgada ventaja. Si los hombres de negro llegan a los últimos segundos con opciones de ganar, aunque sea a base de triples imposibles y robos milagrosos, se impondrán. No hay ningún equipo que pueda arrojar del alambre al cuadro vizcaino, que ayer volvió a vencer en un final de thriller.

Remontando un 74-70 adverso en los últimos segundos, Bizkaia Bilbao Basket volvió a remontar. Al igual que en el duelo frente a Cajasol de hace ocho días, fue Janis Blums quien, a falta de dos segundos, clavaba el triple ganador -casualmente, fue la única canasta del combo guard letón-. El conjunto alicantino aún tuvo tiempo para tratar de voltear el luminoso, y cedió el balón a Erdogan. El escolta no pudo lanzar, al entender que Blums le había hecho falta, pero el trío arbitral no apreció nada punible, de modo que los hombres de negro pudieron salir del Centro de Tecnificación con una nueva victoria.

Los hombres de Katsikaris exhibieron un mejor nivel que en las últimas semanas, aunque sufrieron ante un rival que, presa de las necesidades clasificatorias, disputó cada balón como si fuera el último. A pesar del mal partido de Banic, entre Salgado, Mumbrú y Hervelle hallaron la forma de dar la réplica al conjunto levantino, sobre todo el base de Santutxu, que fue el faro que guió el destino de Bizkaia Bilbao Basket.

Partido pendular

La resolución del choque fue fiel reflejo de un partido con un marcador pendular. Los de Óscar Quintana dominaron el marcador del primer y tercer cuarto, gracias al buen trabajo de Katelynas y Pape Sow. Los hombres de negro aprovecharon los cuartos pares para ajustar en defensa y remontar hasta colocarse en cabeza. El 74% en el lanzamiento de dos también ayudó para que los de Katsikaris se mantuvieran en el choque.

Con tanto sobresalto, los últimos minutos fueron una verdadera guerra de nervios. Parecía que el Alicante sacaba una renta suficiente, pero los hombres de negro volvieron a ejercer de maestros sobre el alambre.