En una ciudad donde la viticultura es una de las principales señas de identidad, el Girondins ha conseguido por meritos propios situar también a Burdeos en la primera plana del panorama futbolístico continental. Tanto, que en la jornada de hoy les marine et blanc pueden dar un gran paso para colarse en las semifinales de la Champions. Para ello, deberán obtener un buen resultado en su visita al Estadio Gerland de Lyon a partir de las 20.45 (Gol TV).

El Girondins de Burdeos es un histórico del fútbol galo. No en vano, el conjunto de Aquitania fue fundado en 1881. No fue hasta la década de los ochenta cuando el conjunto blanquiazul comenzó a obtener grandes éxitos. Bajo la dirección de Aimé Jacquet -el hombre que hizo a Francia campeona del mundo en 1998- la escuadra de Burdeos se alzó con las Ligas de 1984, 1985 y 1987, además de con las Copas de 1986 y 1987. Eran los tiempos de vino y rosas.

El equipo contaba con varias de las estrellas de la selección francesa de la época. La fantasía de Giresse y Tigana, el trabajo de Battiston, Girard o Lacombe, además de la seguridad de Dropsy bajo palos. En cuanto a los extranjeros, el luso Chalana aportaba en la medular y los alemanes Dieter Müller y Uwe Reinders ser encargaban de rematar el trabajo de los estilistas galos. Unos futbolistas que superaron al Athletic en la edición de la Copa de Europa de 1985. Una polémica eliminatoria y en la que planeó la sombra del amaño arbitral.

Transición, descenso y renacer

Tras la borrachera de éxito llegó la resaca y el Girondins descendió a la Ligue 2 a la conclusión de la temporada 90-91. Fue un varapalo para el club. Una institución que había tratado de reverdecer viejos laureles contando en sus filas con jugadores de reconocido prestigio como Cantona, Deschamps, Scifo, Bell, Jesper Olsen, Klaus Allofs, Manny Kaltz o Kieft.

El trabajo de cantera y captación dio sus frutos y tras un año en el infierno el equipo retornó a la máxima categoría del fútbol francés. Jóvenes como Bixente Lizarazu y Christophe Dugarry se habían convertido ya en referencia y además el club contrató procedente del Cannes a un joven francés de origen argelino llamado Zinedine Zidane. A partir de ahí, el Girondins entró en una nueva fase. El fichaje de Richard Witschge tras su fracaso en Barcelona aumentó aún más la calidad de la medular.

En 1995, el Burdeos ganó la recién creada Intertoto. Un éxito que le abrió las puertas de la UEFA y permitió a los marine et blanc vivir una temporada histórica. La cosecha fue magnífica y alcanzaron la final de la UEFA. En aquella plantilla había tres vascos, Lizarazu, François Grenet y el meta suplente Fontan.

No obstante, en la final fueron claramente superados por el Bayern de los Kahn, Matthaus, Klinsmann, Scholl o Hamman. A la conclusión del curso, Zidane, Lizarazu y Dugarry dejaron las filas de los de Aquitania.

Desde entonces, el Girondins ha vivido una especie de eterna transición. Instalado en la zona noble de la clasificación, futbolistas como Papin, Laslandes, Pauleta, Savio, Denilson, Riera, el ex alavesista Torres Mestre o Albert Celades han engrosado sus filas pero el club únicamente cosechó la Liga de 1999.

Sin embargo, 2007 es una fecha clave en la historia del equipo. La llegada de Laurent Blanc al banquillo supuso el inicio de una nueva etapa dorada. Con el ex jugador del Napoles, Barcelona, Inter o United, entre otros, los de Burdeos volvieron a ser campeones de la Ligue 1 el pasado año. En el presente curso, aspiran a repetir la hazaña ya que cuentan con 56 puntos, los mismos que el Montpellier, y han jugado dos partidos menos. Su participación en Europa está siendo grandiosa. En la primera fase superaron con facilidad un grupo en el que estaban Bayern y Juve, mientras que en octavos eliminaron al Olympiakos.

El bretón Yoann Gourcuff es la gran estrella del equipo. Fichado tras una mala experiencia en Milán, se ha revelado como un mediapunta habilidoso, desequilibrante y con facilidad para marcar goles. Su figura sustenta un equipo con otros 12 futbolistas que se reparten la gran mayoría de minutos.

Carrasso es fijo en la portería e irá al Mundial como tercer portero de Francia; Trémoulinas, Chalmé, Ciani y Planus forman la zaga: Alou Diarra, Fernando Menegazzo, Plasil, Wendel, Gouffran y el mencionado Gourcuff se disputan los puestos de la medular; el marroquí Chamakh y Jussie son las principales opciones en ataque.

Banquillos casi rojiblancos

En cuanto a los entrenadores, llama la atención la curiosa conexión que une al Girondins y el Athletic. Y es que el serbio Slavojub Muslin dirigió al equipo en la campaña 95-96 y cinco años después fue el elegido por Lamikiz para dirigir al equipo rojiblanco. En aquella ocasión, el abogado de Busturia perdió las elecciones ante el difunto Javier Uria. Dos años después, tras la marcha de Heynckes, Andoni Zubizarreta ofreció el banquillo del Athletic a Elie Baup, técnico de los marine et blanc durante cinco cursos. Todo parecía hecho, pero finalmente el atxabaltarra optó por situar a Ernesto Valverde al frente del equipo.