Carlos Sastre disputó la pasada semana en la Volta la única prueba por etapas que correrá antes del Giro, su gran objetivo del año, a cuya salida llegará con sólo nueve días de competición, los siete de Catalunya, la Amstel y la Lieja.

¿Por qué se ha decidido por un calendario con poca competición?

Me voy haciendo mayor y he elegido este calendario porque creo que es lo que necesito para afrontar la temporada como quiero. Sé que si corres poco tienes que entrenarte más. Por lo tanto hay que entrenar más. Llevo 14 años como profesional, y eso me ayuda a escoger. Tengo la libertad del equipo para elegir el calendario, tienen la confianza y la seguridad de qué es lo que necesito y de que nadie mejor que yo puede decidir qué debo hacer antes de mi objetivo.

¿Qué tal se ha visto en la Volta tras ocho meses sin competir?

Bien, estoy contento porque después de todo este tiempo alejado de la competición me he sentido bien, sufriendo y recuperando sensaciones para afrontar las carreras importantes con garantías. Para mí ha sido importante. El trabajo que he hecho hasta ahora ha sido bueno y debo seguir trabajando y poniendo las piernas y el resto a punto para el Giro. En estos ocho meses he descansado, he recuperado, he estado de vacaciones, cosa que no hacía en mucho tiempo. Volví con ganas a Portugal en la concentración de enero y en febrero, con el tiempo tan duro, veía correr a la gente. Siempre te pica el gusanillo, pero hasta que no me he sentido a gusto no he querido ni acercarme a competiciones. Tenía fijada ésta como la primera del año, es buena para acumular trabajo y lograr lo que quiero.

¿Por qué se ha marcado el Giro como el objetivo más importante de la temporada?

Hay que ser realista e inteligente en esta vida y sé que hoy por hoy tienen que cumplirse diferentes circunstancias para que yo le pueda ganar a Alberto Contador y para mí esas circunstancias no se dan en el Tour. Es mucho más asequible un Giro sin Contador que un Tour con él. El año pasado salí del Giro con unas sensaciones muy positivas, me gustó mucho. He ganado un Tour, pero no he ganado el Giro y eso me motiva mucho. Si voy al Giro y puedo conseguir algo más que el año pasado sería una nueva recompensa.

Tras ser cuarto y ganar dos etapas de montaña el año pasado, ¿se marca el objetivo de lograr el triunfo en la general final?

Un corredor de mis característica mira siempre hacia la maglia rosa, luego es algo que se cocina durante la carrera. Cada año es difícil superar las cosas, pero es un aliciente intentar lograrlo. Es lo que voy a tratar de hacer, llegar en mejores condiciones que el Giro anterior. Este año llego más tranquilo y sereno de lo que estuve el pasado, en el que todo era absolutamente nuevo. Fueron muchas cosas que te van minando y acabas agotado.

El Giro se presenta especialmente duro y montañoso...

Es un Giro realmente duro, desde la octava etapa es montaña tras montaña y más montaña. Va a ser una carrera espectacular, como siempre ha sido el Giro, yo soy un corredor escalador y por lo tanto para mí es un recorrido atractivo.

El año pasado fue el mejor escalador de la prueba...

No se puede mezclar unas cosas con las otras, son carreras completamente diferentes aunque tengan similitudes. Si tengo una opción por ganar voy a luchar por ella, pero van a estar Basso, todos los italianos, Pellizotti, que el año pasado hizo una carrera bonita, Evans... Va a haber corredores importantes en la salida y es eso lo que lo hace más atractivo. Luego hay que poner los ingredientes precisos y juntarlos para llegar en las mejores condiciones y ser competitivo.

¿Cuándo va a confirmar si va a correr el Tour?

Lo haré cuando termine el Giro de Italia y cuando sepa dónde estoy, no quiero precipitarme al tomar una decisión porque no tengo necesidad de hacerlo. Para mí por supuesto que el Tour es importante, está en mi cabeza y no lo he descartado ni nunca lo voy a hacer, pero quiero asistir a él siendo competitivo.

Este año las invitaciones del Tour van a estar más caras que nunca y Cervélo necesita una. ¿No pueden los organizadores condicionar la invitación a tener la seguridad de que lo correrá?

Esa sería una buena pregunta para el director del Tour, Christian Prudhomme. Si el requisito para que Cervélo esté en el Tour pasa porque corra yo me sentiría supervalorado y superrespetado. Sería la leche... (bromea).

Más después de que el año pasado no se sintiera valorado...

No sé. Son temas que desconozco, tengo una buena relación con Prudhomme, independientemente de lo del año pasado, que son cosas circunstanciales. Yo no me encontraba pletórico de energías ni en mi mejor momento de nada. Estaba agotado, pero él siempre ha sido una persona que me ha tratado con respeto, hay una cordialidad mutua y no tengo problema ninguno en absoluto con nadie.

¿Por qué esa incertidumbre a la hora de elegir el calendario?

Lo que quiero es ser competitivo, ser yo mismo, estar en la carrera que esté en las mejores condiciones posibles. No quiero ir a una carrera sabiendo que voy para cubrir un cupo. Ni es mi estilo ni mi forma de ser y si voy es para hacer las cosas como me gustan y estando seguro de que tengo garantías de luchar por lo que quiero.

¿El año pasado pagó en el Tour las consecuencias del Giro como le pudo suceder a Menchov?

He disputado dos grandes en otras ocasiones y he estado competitivo en las dos vueltas. Otras veces he estado en una bien y en otra un poco peor, pero tampoco es una cuestión que me coma la cabeza. Por eso quiero decidir sin precipitarme. Quiero tomar las decisiones que me ayuden a hacer las cosas como me gusta hacerlas.

¿Y la Vuelta?

La Vuelta tiene un recorrido muy bonito. Este año los recorridos de las tres grandes benefician claramente a los escaladores, son recorridos bonitos y más espectaculares de lo que han sido quizás el año pasado.