La coalición de centro-derecha que lidera Silvio Berlusconi se consolida en Lombardía y Veneto, las dos regiones principales del norte de Italia, y gana dos regiones en el sur, Campania y Calabria, según revelan los resultados parciales de las elecciones regionales. No obstante, el centro-izquierda gana en siete de las 13 regiones (Liguria, Emilia Romagna, Toscana, Marche, Umbria, Basilicata y Puglia), mientras que en Lazio y Piamonte se mantiene el empate.

Estos son los resultados que se fueron imponiendo anoche tras el cierre de los colegios electorales. El resultado parecía bastante claro en la mayoría de las regiones, aunque seguía reinando la incertidumbre en las mencionadas Lazio y Piamonte.

En esta última, la ventaja del candidato del centro-derecha, Roberto Cota, había hecho pensar en una probable victoria que poco a poco fue disminuyendo, devolviendo el resultado al terreno de la duda. En cuanto a Lazio, las candidatas de uno y otro lado, Renata Polverini para el Pueblo de la Libertad (PDL) y Emma Bonino para el Partido Demócrata (PD) también tuvieron distintos vaivenes, pero por el momento siguen empatadas.

Otra de las regiones dudosas, Liguria, parece que permanecerá en manos del centro-izquierda, igual que las restantes: Emilia Romagna, Toscana, Marche, Umbria, Basilicata y Puglia.

El centro-derecha, por su parte, que en las elecciones del 2005 sólo obtuvo la victoria en dos regiones (Lombardía y Veneto), arrebata al centro-izquierda dos regiones en el sur (Campania y Calabria) y si ganara Cota, obtendría también el Piamonte. Aunque, en realidad, la victoria del centro-derecha en las regiones del norte entraña una batalla interna que es la que están librando el Pueblo de la Libertad (PDL) y la Liga Norte para ver quién obtiene más votos.

En apariencia, PDL y Liga Norte son aliados políticos y apoyan a los mismos candidatos. Pero en el fondo, y especialmente en el norte del país, ambos partidos han vivido las elecciones como si se tratara de un pulso para aclarar quién tiene la hegemonía.

Lo que los resultados dejan claro es el rol cada vez más fuerte que la Liga Norte juega en la escena política italiana. La Liga no sólo ha sido el partido más votado en la región Veneto, con el 36,1% frente al 23,9% recabado por el PDL, sino que también se ha disparado en Lombardía, con el 27,4% de los votos, situándose muy poco por debajo del PDL, que ha obtenido el 31,7%.

El candidato de la coalición en Veneto, que pertenece a la Liga Norte, Luca Zaia, lo dejó claro al afirmar que «con estos resultados termina el bipolarismo», es decir, el sistema basado en la primacía de PDL y PD. Otro exponente leguista, Andre Gibelli, advirtió que «ahora la relación entre la Liga y el PDL es de uno contra uno», mientras que el líder del partido, Umberto Bossi, aseguró que, con estos resultados, la Liga se convierte en «árbitro» de la situación.

Enorme abstención

El otro dato que sobresale en estas elecciones es el crecimiento de la abstención, que ha subido 7,8 puntos. La afluencia a las urnas ha pasado del 72% registrado en 2005 al 64,2% de este año (menos incluso que en las europeas), según los datos registrados por el Ministerio de Interior, que sólo atañen a nueve de las 13 regiones en liza, ya que en Toscana, Marche, Puglia y Calabria los datos se recaban a nivel regional.

La abstención más aguda fue registrada en la región del Lazio, donde la afluencia a las urnas cayó hasta 12 puntos. Con toda probabilidad, la pérdida de votantes en esta región se debe a la exclusión de la lista del PDL, que quedó fuera de los comicios por superar el plazo en que debía ser presentada la lista electoral de su candidata, Renata Polverini. Aun con todo, ésta no quedó excluida de las elecciones gracias a una lista cívica independiente.

La seria posibilidad de que la abstención pudiera marcar estas regionales había sido advertida por varios expertos en los últimos días. Tal había sido la observación del presidente de la sociedad de sondeos Ipsos, Nando Pagnoncelli, en una rueda de prensa con periodistas extranjeros celebrada la semana pasada.

Pagnoncelli se refirió al modo en que se ha llevado a cabo la campaña electoral, que ha estado más caracterizada por la polémica que por «los temas concretos de la vida cotidiana que interesan a la gente».