El día después de la fiesta Nacional vasca
El Aberri Eguna de Irun fue el más masivo de la última década
La celebración unitaria del Aberri Eguna en Irun y Hendaia supuso un éxito de participación que refuerza tanto la iniciativa Independentistak como la propia fiesta nacional vasca, que en los últimos años había perdido fuelle. Para encontrar otro acto con tanta asistencia hay que retroceder hasta una manifestación contra la ilegalización en 2003 y hasta las celebraciones, conjuntas pero descentralizadas, de 1999.
Ramón SOLA | DONOSTIA
El puente de Santiago que separa a Irun y Hendaia ha sido escenario de celebraciones unitarias del Aberri Eguna en los últimos cuatro años. En 2007 el convocante fue un colectivo plural agrupado bajo la denominación Zazpiak Bat, mientras que en 2008 y 2009 la fiesta la auspició el Foro de Debate Nacional. Pero esas tres convocatorias quedaron superadas con creces por la multitud reunida anteayer en el mismo lugar a iniciativa de la nueva red Independentistak.
En esas tres ediciones previas se habían producido ya imágenes conjuntas de representantes políticos de la izquierda abertzale, EA y Aralar. Sin embargo, la movilización popular fue notablemente más escasa que en esta edición, lo que confirma las expectativas alimentadas por el momento político y por la iniciativa Independentistak. Cerca de 8.000 personas convocaron el acto mediante su apoyo expreso, y la red se acerca ya a los 6.700 seguidores en Facebook.
GARA calcula que en el acto del domingo se reunieron unas 14.000 personas, aunque esta vez resultó imposible hacer un recuento exhaustivo a partir del método habitual de cómputo de personas por fila, filas por minuto y tiempo total utilizado por la marcha. La escasa distancia existente entre el puente de Santiago -donde se unieron las manifestaciones que habían partido de Irun y Hendaia- y la explanada de Ficoba hizo que ese espacio se llenara a rebosar y que los participantes no llegaran al acto final en forma de manifestación, sino de modo desordenado. Además, en ese momento cayó una fuerte tromba de agua que hizo que mucha gente se dispersara.
Según un cálculo aproximativo de ocupación del espacio, en el aparcamiento de Ficoba (de unos 6.400 metros cuadrados) se reunieron unas 9.000 personas. En los paseos superiores había otras 1.500, y debido al aguacero en el exterior se quedaron en torno a 3.500 más. Antes de llegar a ese punto, las dos movilizaciones que partieron del frontón Gaztelu-Zahar de Hendaia y la estación de tren de Irun habían sumado a unas 7.000 personas cada una. Fueron muy similares.
Sin precedentes
Esto hace que el acto de Independentistak haya sido el más masivo en un Aberri Eguna en más una década, y que para encontrar una aglomeración similar haya que remontarse hasta las movilizaciones promovidas por Herri Batasuna -habitualmente en Iruñea- en los años 90, en una época en que el éxodo vacacional en Semana Santa no era tan pronunciado y en que la fiesta nacional vasca congregaba habitualmente a mayores multitudes.
En los últimos años, las convocatorias han sido siempre más modestas en cuanto a participación, y, en muchas ocasiones, descentralizadas. Por lo que respecta a los actos del PNV, han mantenido una participación más o menos estable, de entre 3.000 y 5.000 personas, primero en la Feria de Muestras de Bilbo y en los últimos años en la Plaza Nueva. El resto de los actos de partido raramente ha sobrepasado los 1.500 asistentes.
Buscar un acto tan concurrido como el del domingo obliga a volver la mirada hasta el Aberri Eguna de 2003, cuando en Iruñea se celebró una manifestación que según las crónicas reunió también a unas 14.000 per- sonas. Sin embargo, no se trató de una celebración al uso, sino de una protesta contra la ilegalización de Batasuna, que acababa de ejecutarse. La movilización fue convocada por Autode- terminaziorako Bilgunea (AuB), plataforma que se presentó a las elecciones municipales y forales del mes siguiente, y aglutinó a las bases de diferentes partidos y sindicatos.
Antes de eso, ha quedado como referencia histórica el Aberri Eguna de 1999, al unir a PNV, EA, izquierda abertzale y AB meses después de la declaración de Lizarra-Garazi y con una tregua de ETA en marcha. En cualquier caso, tampoco entonces se produjo una movilización tan potente como la de este domingo, dado que se optó por celebraciones de carácter municipal.
EA: «Protagonismo social»
EA habló ayer en una nota de «marea humana» y añade que se constata que «los soberanistas pensamos que la sociedad es la principal protagonista de un movimiento político plural y no violento que va a trabajar por avanzar en el camino a la independencia».
Su secretaria de Comunicación, Ikerne Badiola, considera que «el movimiento soberanista ha dejado expresamente claro que va a caminar sin ETA». Y asegura además que el acto de Irun y Hendaia tuvo impacto incluso en el celebrado por el PNV en Bilbo: «Lo demuestra el llamamiento del presidente del EBB a la unidad como única vía para dar la vuelta a la situación política. Saludamos que Urkullu venga a las posiciones de EA».
Por segundo día consecutivo, Txarli Prieto, erigido en portavoz del PSE en estos días vacacionales, tildó este Aberri Eguna de «fracaso». Para ello obvió cualquier alusión a la movilización de Irun y Hendaia y se centró en descalificar el acto del PNV. Dijo que «no reunió ni a sus militantes, y eso que se servían canapés». GARA