Los corredores proponen y las carreteras disponen. Y las que rodean a Zierbena dispusieron ayer que Beñat Intxausti se convierta, contra todo pronóstico, en el hombre fuerte de Euskaltel-Euskadi, tras el descalabro sufrido por Samuel Sánchez en la última ascensión.

El corredor zornotzarra se reconocía con el corazón dividido al final de la etapa entre el disgusto por lo sucedido con su líder y la satisfacción por su buen papel. También por el del equipo en conjunto, al que vio «fenomenal, hemos asumido la responsabilidad de llevar la carrera y hemos completado un trabajo magnífico».

Sobre la manera en que acabó convirtiéndose en el primer Euskaltel en llegar a meta, Intxausti explicó que «me ha tocado trabajar en la subida a Las Calizas para poner ritmo. Hemos tenido la mala suerte de que Samu se ha quedado atrás, no sé si habrá sido porque ha sido el primer día de calor, o porque se ha quedado cerrado en la subida... No sé. La carrera se ha seleccionado y he visto que Samu no llegaba, así que hemos intentado ralentizar la carrera saltando a los ataques».

Pero Samu no llegó y el vizcaino se codea ahora con los más fuertes del pelotón. «Ha sido increíble verme en la subida con todos los jefes de filas de todos los equipos. Es una alegría», reconoció Intxausti, que ya se estaba «encontrando bien, tanto en el Criterium Internacional como en Lizarra. Me estaba encontrando con buenas piernas y hoy también he tenido un buen día». De ahí que afronte el futuro inmediato con optimismo, aunque sin desenfrenos. «Hay que ser cautos. En esta carrera están muchos de los mejores ciclistas del mundo. Me estoy encontrando bien -insistió-, pero quedan etapas muy complicadas y hay que ir día a día. Tengo muchas ganas de hacerlo bien y estoy con moral, pero nunca había tenido tanta responsabilidad», reconoció.

Responsabilidad que, en teoría, recaía sobre otro hombre que también llegaba bien a la cita pero que ayer no tuvo su día. El propio Samuel Sánchez admitió que «llegaba bien de forma y con la intención de luchar por el triunfo en la general, después de que París-Niza y Criterium Internacional me hayan salido bien. Pero no me he encontrado bien y en el segundo tramo de Putxeta no he podido seguir a los primeros». «Esto es ciclismo, no matemáticas -recordó-, y a veces no salen bien las cosas. Y hay que saber asimilarlo».

De todas formas, el asturiano espera convertirse en el protagonismo positivo de la prueba en los próximos días, aunque su objetivo no pase ahora por la general. «Esto no ha hecho más que empezar y aún se puede luchar por más objetivos. Lamentarse no vale de nada», zanjó.

Un vaso que también quería ver medio lleno Igor González de Galdeano, al recordar que «el equipo ha realizado una gran labor», merecedora de «un sobresaliente», así como que queda carrera para intentar llevarse alguna satisfacción. «Beñat ha entrado en el primer grupo y tendrá que codearse con los primeros en la general, mientras que las opciones de ganar una o varias etapas siguen intactas», recordó.

Una carrera bonita

Más contento estaba otro director, Neil Stephens, depués de ver cómo uno de sus pupilos se hacía con el triunfo y el liderato, aunque fuera por decisión de los jueces. En opinión del australiano, la actuación de Alejandro Valverde sirve para «confirmar el nivel del equipo que hemos traído y las intenciones que tenemos. Alejandro está en un buen momento, el equipo también y además siempre intentamos venir con un equipo potente». Stephens ve a otras escuadras «fuertes y con ganas de luchar como CSC con Schleck o Lampre con Cunego, así que creo que vamos a tener una bonita carrera».

Igualmente satisfecho se mostraba David López. Sobre todo porque el triunfo de su lídes significaba haber salvado un día que «sabíamos que era selectivo. Quizá no para eliminar muchos favoritos porque quedaba terreno hasta a meta, pero al final se ha hecho más hueco». El vizcaino de Caisse d'Epargne aseguró llegar «bien» a la carrera, pese a lo «duro que ha sido el invierno», aunque ayer tuvo algunos problemas por todo lo contrario. «Ha hecho mucho calor y algunos corredores lo han acusado, incluído yo», admitió.