La OTAN admite haber matado a civiles afganos en diferentes operaciones
GARA |
La OTAN reconoció ayer haber matado a dos mujeres, un niño y un anciano afganos en un bombardeo llevado a cabo el lunes en Helmand contra un supuesto refugio de insurgentes talibán. Vecinos y testigos afirmaron que las víctimas mortales fueron veinte. Además, el lunes admitió la muerte de otras tres mujeres -dos embarazadas- y dos hombres en febrero en una aldea cerca de Gardez, capital de Paktiya.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), comandada por la OTAN, admitió que sus aviones mataron el martes a cuatro civiles durante un ataque aéreo contra una casa desde la que supuestamente disparaban presuntos talibán, en el distrito de Gerishk. De acuerdo con su versión, junto a los cadáveres de los civiles encontraron los de otros cuatro hombres, «sospechosos de ser insurgentes».
Unos 15.000 soldados extranjeros y afganos desarrollan una gran ofensiva antitalibán en el distrito helmandí de Nad Alí, limítrofe con Gerishk. Desde su inicio, se han registrado varias acciones de la OTAN que han acabado con la vida de civiles.
La población y el Gobierno afgano se quejan regularmente de ataques indiscriminados de las fuerzas ocupantes que matan civiles.
Balas extraídas
Asimismo, el lunes, la OTAN admitió haber matado por «error» a otros cinco civiles en el sur del país el 12 de febrero. Según «The New York Times» y «The Times», la operación fue llevada a cabo por miembros de las fuerzas especiales estadounidenses que luego extrajeron las balas de los cuerpos de las víctimas para intentar ocultar los hechos.
Inicialmente, las fuerzas de la OTAN negaron su implicación, pero la investigación de un periodista británico sacó a la luz la verdad. Según la Alianza, los soldados «pensaron que los dos hombres eran una amenaza para su seguridad. Ahora sabemos que sólo querían proteger a sus familias».