No es sencillo mantenerse en la línea de avanzada, pero el madrileño Ismael Serrano lleva más de una década abriendo camino. Para cortar la maleza utiliza canciones surgidas al fuego bajo de una guitarra acústica. Todos los acordes están ahí, entre la mano, y todas las canciones posibles, entre los dedos. No obstante, Ismael no es un guitarrista de veloces acordes ni de notas rápidas bajo las yemas de sus dedos. Lo suyo son las melodías sencillas y el complemento de unas excelentes letras. O quizá al revés, sí, quizá sí. Curioso, en todo caso, pues comenzó a bregarse con la vida estudiando física, una carrera donde la literatura no tiene mayor conexión que la utilización del abecedario y sus números para seguir la lógica de las matemáticas extremas. También estudió solfeo y piano, lo que equilibra, en alguna medida, la tensión y frialdad de los números.

Con todo, y como fuese, un día le dio por la composición, las frases y los acordes. Tuvo la ocasión de que le editaran su primer álbum. Alguien se lo tomó medio en serio, además de él, y, ya se ve, van nueve discos, este último titulado «Acuérdate de vivir», una frase propia de la filosofía oriental, pero tan evidente que hasta nuestro entorno inmediato puede comprenderla.

En realidad, el título del disco está tomado de una de las leyendas que acompañaban a los viejos relojes, los que no sabían nada del estrés ni de las hamburguesas, Memento vivere, que para el músico vallecano es un lema necesario cuando se sueña con «un futuro donde se rompen los espejismos, en el que estallan los oxímoron en el que el desempleado encuentra trabajo y redención, un futuro que se cuela por la ventana en forma de susurro, o que encontramos en un papel escrito en la cocina, en el que los ángeles vuelven a ver arder las calles, en el que en la pared de enfrente alguien escribe un saludo de paz, un buenos días». Serrano también apunta: «Aunque la ciudad a veces parezca Ford Apache a punto de claudicar, aunque a veces tu pena exhale un perfume muy dulce y se apaguen los cuerpos, acuérdate de vivir. En este mundo de emergencias rutinarias es indispensable recordarlo. A pesar de que el reloj consuma nuestras horas y el tedio congele nuestros sueños. O por eso. Memento vivere».

Principios

«Podría ser» es una de las canciones claves del nuevo disco de Serrano. Él explica el por qué y, de paso, sintetiza toda su lucha, aquello por lo que merece la pena componer canciones, ser intérprete, tomar la realidad y volcarla desde la guitarra: «Esta es la historia de hombres y mujeres que buscan su lugar en el mundo, que reclaman el respeto y reconocimiento de una sociedad que ha de saber ver en ellos el potencial que por su simple condición de seres humanos encierran en su interior. Hombres y mujeres que dejan un trozo de corazón en cada currículum entregado en la búsqueda de una oportunidad. Su búsqueda no ha de ser una súplica, porque su acceso a la vida laboral es el cumplimiento de un derecho del que se es propietario por naturaleza (...)».

Ismael Serrano posee cabeza y sentimiento. Fusión que transmite al puñado de canciones de «Acuérdate de vivir», en la misma senda que sus anteriores trabajos.