El juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón cree que han sido motivaciones ideológicas las que han movido a ciertas organizaciones y «grupúsculos marginales» a ejercer una acción penal contra él y esperaba que el Tribunal Supremo «valorase estas espurias motivaciones a la hora de no prestar crédito a tal persecución ideológica», informó ayer Efe.

Así lo dice en el recurso -al que ha tenido acceso la agencia- que interpuso ayer ante el Tribunal Supremo (TS) contra el auto del magistrado Luciano Varela que anticipa que le abrirá juicio oral por declararse competente para investigar las desapariciones durante la Guerra de 36 y el franquismo.

El juez de la Audiencia Nacional califica el auto de «exorbitante» y «de notable extravagancia» y explica que la doctrina expuesta en él es «contraria a Derecho» e impone un serio riesgo para la independencia judicial.

Garzón está muy cerca de ser suspendido cautelarmente después de que Varela dictara la semana pasada un auto, en el que le recuerda que un juez depende «sólo, pero siempre, de la ley» y que él ignoró la de Amnistía al investigar el franquismo, y sostiene que su actuación puede ser constitutiva de prevaricación.

Garzón recuerda que la independencia judicial impone respetar en cada juez la capacidad de decidir de forma «no interferida» la interpretación que ha de dar a cada norma del ordenamiento y añade que del auto de Varela se desprende «el intento de imponer a unos subordinados jerárquicos una determinada interpretación normativa».

También argumenta que no hay ningún precepto en la Ley de Amnistía que impida investigar ningún hecho delictivo.

A la vista de cómo se ha desarrollado el proceso, iniciado tras una denuncia el sindicato ultraderechista Manos Limpias, la asociación Libertad e Identidad y Falange Española, lo más probable es que la Sala de lo Penal rechace el recurso.