ELA y LAB rechazan el plan de Lakua para reorganizar el sistema hospitalario alavés
La falta de información y transparencia, la improvisación y el trasfondo especulativo del proyecto son algunos de los argumentos de ELA y LAB contra el plan de Lakua para reorganizar los hospitales de Araba.
Iker BIZKARGUENAGA | GASTEIZ
ELA y LAB ofrecieron ayer en sendas ruedas de prensa su punto de vista ante el proyecto de reorganización del sistema hospitalario de Araba, que podría conllevar el cierre del Hospital de Santiago. Las dos centrales coincidieron en expresar su rechazo a los planes de Lakua, y en ambas comparecencias fue censurada la falta de información y de transparacencia, y la improvisación con la que se ha abordado este proyecto, así como que éste no responda a las necesidades de la ciudadanía.
Mirari Irure, responsable de Osakidetza de ELA, valoró que un proyecto como el planteado debe ir acompañado de información y de un debate social que no se ha dado, y señaló que esta central sólo coincide con Osakidetza en una cosa: «que la atención especializada y la Sanidad pública en Araba no gozan de la salud que debiera».
Tras señalar que «por esta falta de información, debate, transparencia y democracia» ELA no puede apoyar el proyecto anunciado, Irure explicó que para este sindicato cualquier proyecto de reorganización debe responder a dos premisas: «el reforzamiento de la red pública y el respeto al mantenimiento de las plantillas y sus condiciones laborales».
A este respecto, desde ELA proponen paralizar el proceso y abrir el debate social, con la participación de todos los agentes afectados; el aprovechamiento de las obras realizadas en el Hospital de Santiago -con un coste de 10 millones en tres años-, «aunque ello exigiese retrasar el momento en que se trasladen los servicios o incluso reconsiderar la propia decisión de traslado»; el compromiso de no ceder ninguno de los inmuebles de Santiago para que no se abran las puertas a la especulación; más recursos y servicios para la red sanitaria alavesa; y mantener las plantillas con sus condiciones laborales y abordar mejoras en las mismas.
Por su parte, la responsable de LAB-Osakidetza Bego Tabera valoró que este proyecto «sólo responde a los intereses electorales del PP alavés, con la ayuda inestimable del PSOE, y a la actuación de un consejero que está mucho más interesado en vender en Europa un hospital de ciencia ficción que las necesidades reales de la población actual y futura de Araba».
Mati Iturralde, del mismo sindicato, destacó que este proyecto no plantea un tercer hospital, como se dijo en campaña como baza electoral, sino «eliminar» uno, que sería el de Santiago.
Además de censurar la «nula transparencia y la improvisación» que acompaña a esta propuesta, Iturralde señaló que el número de camas previsto va a ser claramente insuficiente para la población prevista, enumeró y criticó las proyecciones oficiales sobre las necesidades de plantilla, y lamentó la falta de infomación existente sobre el futuro de herramientas como el bloque quirúrgico recién estrenado en Txagorritxu.
Asimismo, centrándose en la operación urbanística que rodea al proyecto, recordó que el director de Osakidetza negó que vaya a haber ninguna especulación con la parcela de Santiago para que dos semanas después el alcalde de Gasteiz confirmara que se va a derribar gran parte del hospital para hacer viviendas. Un plan especulativo en el que, a juicio, de LAB «van a tener que entrar» para financiar el proyecto, algo «absolutamente impresentable». «Lo que hace falta en Araba es un plan integral de atención sociosanitaria», concluyó Iturralde.
En los últimos tres años se han acometido obras por valor de más de diez millones en el Hospital de Santiago. ELA pide que se amortice el gasto realizado, aunque ello suponga retrasar el traslado de servicios o no llevarlo a cabo.
Mati Iturralde, de LAB, preguntó qué piensan hacer con el hospital de Leza al hilo de la reorganización. «¿Será una de las pretensiones el privatizarlo una vez reformado?», inquirió, señalando que no descartan que así sea.