Encuentro empresarial organizado por Elkargi
La OCDE augura unos seis años de alto desempleo y bajo crecimiento en Europa
La crisis está quedando atrás», dijo ayer el secretario general de la OCDE en Donostia. No obstante, reconoció que ha provocado «heridas profundas» y auguró que un bajo crecimiento, altas tasas de desempleo y un gran déficit fiscal caracterizará la economía europea los próximos 5 ó 6 años. Sobre el sistema que abrió camino a la recesión global, admitió que «no nos funcionó».
Amaia ZURUTUZA
La Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi celebró ayer en el Kursaal, además de su Junta General de Socios, el XXI Encuentro Empresarial bajo el sugerente título de «Hacia la salida de la crisis». Invitado a la cita, el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, aseguró ante los cientos de empresarios reunidos que la economía mundial se está recuperando, de modo que «es un hecho: la crisis financiera y económica más grande de nuestras vidas está quedando atrás». Gurría, en este sentido, afirmó que en 2010 el PIB mundial crecerá un 4%. Eso sí, avisó de que la recuperación será larga, lenta y desigual.
De esta forma, China prevé para este año un crecimiento del 10% del PIB y Estados Unidos, «como fueron los primeros que se metieron en líos», están también entre los primeros en salir de la recesión, indicó.
De Europa, afirmó sin embargo que el crecimiento será más modesto y que vivirá una situación «muy difícil» ya que, según adelantó, durante los próximos cinco o seis años la economía del viejo continente tendrá bajos crecimientos, altas tasas de desempleo y elevados niveles de déficit fiscal. La perspectiva del Estado español es todavía peor, ya que tendrá «una recuperación de las más lentas de la zona euro».
Asimismo, Gurría citó varias «heridas profundas» que ha dejado la crisis. Como primera herencia nombró el desempleo, y explicó que en 2008 y 2009 diecisiete millones de personas se quedaron en paro en la OCDE, explicando que «la pérdida de empleo sigue incluso aumentando». Aunque explicó que en EEUU «parece haberse estabilizado», en Europa «en muchos sitios» sigue incrementándose. En este sentido, apuntó que «mientras los líderes políticos anuncian que el trimestre anterior ya hubo crecimiento positivo y que ya salimos de la recesión, todos los días la realidad de los empleos tercamente nos recuerda que efectivamente no es un problema de tener siglas positivas de crecimiento, sino también que haya recuperación del tema del empleo».
Cien millones de «pobres» más
La segunda gran cicatriz es, según el secretario general de la OCDE, la deuda pública. Así, adelantó que para finales de año la relación de deuda pública como porcentaje del PIB de la zona OCDE superará el 100%. Pero hay más: «Necesitamos superar otra gran herencia, muy mala, muy negativa, y es el hecho de que el crecimiento potencial al cual podremos aspirar los próximos años será menor al que tuvimos antes de la crisis».
A este respecto, dijo que «todavía nos quedan algunos deberes para poder volver, siquiera a aspirar, a la situación que teníamos antes». Concretamente, calculó que para ello se necesitarán unos seis años, un periodo que será un «tiempo perdido». En cuanto a la normalización fiscal, aseguró que «puede llevar hasta una década».
«Sí, las herencias son tremendas, porque reitero: lo que nos pasó fue de una enormidad difícil de entender», declaró. En un momento incluso sostuvo que «no tenemos idea de lo que pasó, fue tremendo». No obstante, y tras recordar que «con las crisis normalmente los que sufren más son lo pobres», colectivo que afirmó ha aumentado en cien millones de personas como consecuencia de la crisis, criticó que en «los países que ni crearon la crisis, ni son culpables de la crisis ni tuvieron nada que ver con ella, está teniendo un impacto enorme».
«La salida de la crisis no puede ser la entrada a un mismo sistema; ya comprobamos que no nos funcionó», concluyó.