A. BILBAO | BILBO

Sin rupturas en lo musical, Fito & Fitipaldis siguen subiendo peldaños con paso firme, respondiendo al éxito masivo de «Por la boca muere el pez» con el rotundo «Antes de que cuente diez» y un sonido de guitarra inconfundible, el de Fito Cabrales (Bilbo, 1966). En vísperas de tocar en Burlata hoy y en Irun mañana, el bilbaino atendió amable nuestra llamada, para hablar de rock & roll y de carretera.

Al lanzamiento de «Antes de que cuente diez», el guitarrista nos relataba «no sentir presión alguna», aunque era consciente de que el disco había creado altas expectativas en su equipo de trabajo. Y parece que cuatro meses después, las expectativas se van cumpliendo. «Siempre diferencio el componer, cuando bastante tienes con escribir las canciones, a cuando sale el disco, que es cuando estás más pendiente de si ha dado resultado. Y gracias a Dios todo va bien».

En relación a la gira anterior, «incluso me encuentro más a gusto», confiesa Fito, «aunque son percepciones personales. Tienen más que ver con el equipo y los músicos que con el público», que sigue respondiendo masivamente a la cita con los Fitipaldis. «No hay mucha diferencia con la gira anterior -relata el guitarrista-, y eso para nosotros tiene doble mérito, porque las circunstancias sociales y económicas no son las mismas». Según el bilbaino, la gira anterior les fue muy bien, pero en otro estado de bienestar, y con una inversión importante en infraestructura -aunque tratando de no subir el coste de las entradas- «en plena crisis, era una apuesta un poco arriesgada, y aunque sabíamos que no iría mal, no teníamos tan claro el resultado de la gira».

Una apuesta que la banda ha vuelto a superar, quizás por la necesidad de evasión del gran público en tiempos difíciles. «Seguro que también, pues cuando las cosas van mal, en momentos más grises, la gente quiere distraerse, más color y el refugio en este tipo de actividades». Y una apuesta que supone quizás, un reto para la banda, para mantener la ilusión y la tensión del directo. El bilbaino parece tenerlo claro. «Desde luego. Creo que la única forma de que te vaya bien es mejorar, en la vida en general, no sólo en aspectos artísticos. O das un paso adelante o te vas para atrás». Por lo que buscaron asesoramiento y comenzaron a trabajar para ofrecer, «además de canciones nuevas, una gira aún mejor», en todos los aspectos, y superar una incertidumbre inicial -por otra parte necesaria-, pues «por una parte necesitas emocionarte tú mismo porque sino difícilmente emocionarás a los demás. La vida es apostar todo el rato».

Trabajo en equipo

Antes de dejar atrás Platero y Tú, Fito inició en 1998 su carrera en solitario, pero su éxito se debe, sin duda, a un duro trabajo en equipo, «algo en lo que he creído desde el principio». El músico vizcaino toma como símil una trainera. «No sirve de nada que remes con mucha fuerza si hay uno que va mal. Y con los años, a base de hacerlo mal, vas encontrando la gente que casa contigo. Si todos tienen claro a dónde quieres ir, es mucho más fácil trabajar. El hacer equipo es lo que te da fuerza, que no está en la individualidad de nadie. Pero en música esto es muy difícil de conseguir. Nosotros hemos tardado dieciocho años en darnos cuenta y encontrarlo».

El conocido músico está encima de los escenarios desde 1989, primero con Platero y Tú y después en solitario, acompañado de los Fitipaldis, con los que ha publicado cinco álbumes -más uno en directo y otro junto a Andrés Calamaro-. Y aunque la carretera desgasta lo suyo, se le ve en forma. «Sí, me cuido bastante, fumo y esas cosas -ríe ufano-, pero procuro correr todos los días... aunque no le echaría la culpa a las giras, sino a la edad. Son cosas que con 18 años no pensabas, pero te planteas con el tiempo». Aún así, reconoce que «es verdad que las giras desgastan mucho», sobre todo las de más de un año, que no son dos meses a tope y acabar tirado en casa. «Tienes que aguantar bien físicamente. Yo no quiero estar bien en Burlata y hecho una mierda en Irun». Y se reafirma: «Es culpa de la edad, ahora necesito preocuparme de ello».