El general Anupong Paochinda, jefe del Ejército tailandés, asumió ayer el mando de las operaciones destinadas a restablecer el orden en Bagnkok, papel que hasta ahora desempeñaba el viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, anunció el primer ministro, Abhisit Vejjajiva.

Vejjajiva hizo estas declaraciones poco después de que el portavoz castrense, Sunsern Kaewkumnerd, confirmara que las fuerzas de seguridad preparan otra operación para desalojar a los cerca de 10.000 manifestantes en el centro de Bangkok.

Los «camisas rojas», que no reconocen a Vejjajiva y solicitan la disolución del Parlamento y la celebración de elecciones, lograron frustrar el intento policial de arrestar a un grupo de dirigentes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura reunidos en un hotel de la capital. En un primer momento fueron detenidos, pero fueron puestos en libertad después de que una nube de manifestantes se echara sobre los agentes que desarrollaron el operativo.

«Hubo un error en el operativo [...] pero habrá otros», manifestó el portavoz del Gobierno, Panitan Wattanayagorn.

Sobre algunos de los dirigentes del Frente pesan órdenes de búsqueda y captura por la ocupación ilegal del corazón comercial de Bangkok y por su implicación en los violentos enfren- tamientos entre los «camisas rojas» y la fuerzas de seguridad, que causaron más de 24 muertos y 800 heridos.

Desde que alcanzó el poder el año pasado, el primer ministro y líder del Partido Demócrata, principal formación de la coalición gobernante, se ha topado con resistencias en la cúpula de la Policía, que incluso ha impedido el nombramiento de su máximo responsable.