Llegó el día D y, a las 20.45, llegará la hora H. Bizkaia Bilbao Basket se cita con la historia en la Final Four de la Eurocup, que se celebrará en el Fernando Buesa Arena de Gasteiz. Los hombres de negro tendrán que lidiar ante el Alba de Berlín en la antesala de un partido superlativo. Los de Katsikaris parten como favoritos y juegan prácticamente en casa -aunque ejercerán de visitantes-. El pase a la final aseguraría disputar la Eurocup el año que viene. Imponerse en la finalísima, además de otorgar un título a nivel continental, supondría lograr el billete para disputar la Euroliga que viene. Si hace ahora un año, disputar las semifinales contra el Khimki suponía el techo al que aspiraba llegar el conjunto vizcaino, ahora hay que romperlo y llegar más allá.

Tal es la ilusión con la que se vive esta cita, que la afición bilbaina ha decidido movilizarse en masa a Gasteiz -3.500 de las 8.500 personas que poblarán esta tarde las gradas-, con la firme idea de llevar en volandas a los suyos a lo que sería, sin duda, el mayor hito de su historia. De hecho, la afición del Bizkaia Bilbao Basket ya tiene punto de encuentro en las inmediaciones del pabellón de Zurbano: la ciudad deportiva del Bakh. Baskonia kirol Hiria servirá como centro de reunión de los aficionados que se desplazarán a Gasteiz este fin de semana.

La expedición bilbaina -con la excepción de Marko Banic y Fotis Katsikaris- partía hacia las 12.30 desde La Casilla en autobús rumbo a la capital alavesa.

Además de los medios de comunicación, una treintena de aficionados quisieron despedir a los hombres de negro en La Casilla. Banderas, camisetas y hasta una Copa con el logo del Bilbao Basket fueron la indumentaria de la afición.

Cautela en el Artium

Mientras tanto, Marko Banic y Fotis Katsikaris participaban en la rueda de prensa de presentación del evento, celebrada en el museo Artium de Gasteiz. Esta cita estuvo dividida en dos mitades: por un lado, la parte institucional, protagonizada por el presidente de Saski Baskonia, Josean Kerejeta y el director ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu, amén de contar con la presencia del alcalde de Gasteiz, Patxi Lazcoz, y el diputado general de Araba, Xabier Agirre. En segundo lugar, la parte deportiva, con la comparecencia de los entrenadores de los cuatro equipos contendientes, además de un jugador por equipo, en este caso Marko Banic, flamante MVP del torneo.

Como es habitual en estos casos, la cautela y el respeto fue la nota predominante, sin que ninguno de los asistentes se arrogara el papel de favorito. Así, Banic llegó a mostrar cierto malestar porque «buena parte de la prensa ya nos sitúa en la final, pero lo cierto es que no va a resultar nada fácil».

El ala-pívot de Bizkaia Bilbao Basket declaraba que «imponerse va a resultar muy duro para cualquiera de los equipos. El Alba Berlín es un equipo que compite con mucha intensidad, y ya que nosotros como ellos jugamos bien organizados, no espero otra cosa que una semifinal muy dura. Eso sí, mi equipo es perfectamente capaz de meterse en la final. En las últimas temporadas hemos ido adquiriendo experiencia y esperamos poder mostrarla en la cancha».

Por su parte, Katsikaris quiso recalcar la ilusión que produce estar en un evento como éste. «Bilbo es una ciudad conocida en el deporte por el Athletic, su equipo de fútbol, pero nosotros queremos hacer historia como club de baloncesto. Además, si tienes la oportunidad de jugar un torneo tan importante y con la afición de tu lado, hasta el punto que casi parece que juegas en casa, ¿qué más puedes pedir?».

El técnico vizcaino quiso, además, subrayar las diferencias existentes entre la Final Four de la presente campaña y las Finales a Ocho de las ultimas temporadas. «Todos los partidos se juegan en dos días. Así pues, el sábado tienes que darlo todo, tanto física como mentalmente, pero luego te has de recuperar y volver a estar a tope el domingo. Va a resultar muy complicado».

Las dudas de Pavicevic

El rival de esta noche de los hombres de negro, el Alba Berlín, no llega en su mejor momento en lo que a forma física se refiere. A saber, el esguince de tobillo de Sekulic, los problema dorsales de Byars, y a la conmoción cerebral que sufrió Jenkins en la ida de los cuartos de final frente al Hapoel y que le ha hecho desaparecer del equipo desde entonces, han puesto en un brete el entramado táctico de Luka Pavicevic, que aunque pueda hacerlos jugar en la semifinal, no quiso asegurarlo.

«No debemos focalizar nuestra atención en los jugadores lesionados, sino en tratar de hallar la mejor forma de jugar contra un rival tan fuerte como Bilbao Basket».

«Creo que estas lesiones son normales en un equipo que comenzó a competir en setiembre y que ha disputado dos competiciones durante cinco o seis meses consecutivos, jugando dos partidos por semana sin interrupción. Sin embargo, estar aquí, con estos clubes, estos entrenadores y estos jugadores, es un privilegio y un factor de motivación. En mi opinión, sólo deberíamos centrarnos en el momento y tratar de ver nuestras posibilidades en este torneo, con o sin las dificultades que tenemos», agregó el antiguo jugador de la Jugoplastika de Split.

Pavicevic reconoció, asimismo, que Bilbao Basket contará con la ventaja del factor cancha porque «Bilbo está a sólo 40 minutos de Gasteiz y vendrán miles de aficionados». Por contra, lamentó que la suspensión de vuelos en los aeropuertos europeos por la nube de cenizas del volcán islandés haya provocado que los seguidores del Alba de Berlín que iban a asistir a Zurbano hayan visto cancelado su desplazamiento.

«Espero que nuestros 500 aficionados puedan encontrar una ruta diferente para llegar aquí y estar con nuestro equipo. Su apoyo sería muy importante en un partido como éste, que es a vida o muerte», concluyó.