La actualidad rojiblanca, en voz de su presidente
«No podríamos acceder solos al nuevo San Mamés»
Presidente del Athletic Club
El equipo no le está dando muchos quebraderos de cabeza esta temporada, pero aún así tampoco le sobra el tiempo. La agenda de Fernando García Macua aparece abarrotada entre fichajes, balances, planes y, sobre todo, esa suerte de Escorial en que se está convirtiendo el nuevo San Mamés, cuya primera piedra confía en colocar en breve. De ése y otros temas de la actualidad rojiblanca charla con GARA en una extensa entrevista.
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Está viviendo su año más plácido como presidente del Athletic a nivel deportivo, pero el móvil de Fernando García Macua echa humo e incluso es complicado encajar esta entrevista en una agenda abarrotada.
Menos mal que son séptimos y por ese lado puede respirar.
A nivel de gestión del club siempre hay cosas que hacer. Aunque desde el punto de vista deportivo, y aunque nos queda rematar la temporada con un logro tan importante como sería meternos en Europa, las cosas están yendo bien.
La valoración final dependerá de si se consigue esa clasificación europea.
Absolutamente sí. Intentarlo es una aspiración no ya legítima, sino obligada, aunque luego la competición dirá lo que pasa. Tal y como ha ido la temporada, supondría un cierto disgusto el no entrar, aunque eso tampoco nos tiene que quitar la perspectiva de que durante este año, el equipo ha confirmado lo del anterior y ha seguido creciendo y rejuveneciéndose a la vez. Y eso quiere decir que los técnicos y la plantilla están trabajando por el buen camino y desde el club tenemos que apoyar e incentivar ese trabajo.
Viendo cómo va la Liga, la diferencia entre entrar y no entrar puede ser de un par de goles. Para el club es bastante mayor.
Es considerable. No sólo en términos de rentabilidad puramente económica, sino social, de ilusión... Y también deportiva. El equipo ha crecido este año, con una experiencia que muchos jugadores jóvenes no tenían. El hacerlo dos años seguidos puede ser trascendente a todos los niveles.
No han hecho público lo que ha supuesto la Europa League, pero ha sido un «pellizquito».
No podemos ocultarlo. Y no podemos restarle importancia porque siempre hemos dicho que tener una estructura sólida y saneada es lo que nos permite tener un proyecto sólido, ganador y convincente.
¿También permitirá ahorrar un nuevo «esfuerzo» al socio?
Yo creo que el socio, en la medida en que vea que su esfuerzo da posibilidades de que haya resultados, lo asume con naturalidad. Me parece normal, porque soy socio antes que presidente, que se entienda peor que haya ese nivel de exigencia sin que haya resultados. Pero a medida que las piezas encajan, el socio asume que éste es un proyecto colectivo, muy especial y que requiere un esfuerzo.
Vamos, que no promete nada.
No puedo prometer nada. Lo que garantizamos es que vamos a tratar de conformar otra vez un proyecto deportivo que sea competitivo y que trate de seguir creciendo.
Fuera del terreno deportivo, el año no está siendo tan tranquilo. Sólo el asunto de San Mamés ya da para unas cuantas noches sin dormir.
Sí, porque es un proyecto de una envergadura y complejidad importantísimas a todos los niveles. Y se está trabajando con una intensidad tremenda.
Hace algo más de un mes anunciaba que en un par de días se pedía la licencia y que para finales de abril se colocaba la primera piedra.
Ha surgido algún pequeño problema de tramitación, pero calculo que podemos tener la licencia en las dos próximas semanas. Y a partir de ahí es el momento en que va a venir el calendario definitivo de fijación de esa primera piedra. Un acto al que desde el Athletic queremos dar la trascendencia que tiene para este club.
En esa rueda de prensa también explicó los espacios que se destinarán a los famosos usos públicos. Perdóneme, pero yo sigo sin entender cómo casa esto con el mandato de la Asamblea sobre la gestión y explotación exclusivas del estadio.
Casa de dos maneras. Uno, esos espacios que se van a ceder para espacios públicos no existían en el momento en que se produce el acuerdo de la Asamblea; todos los que existían entonces, siguen existiendo para uso exclusivo del Athletic. Y segundo, técnicamente, San Mamés Barria tiene que ceder al Athletic todo lo que es el campo y luego el Athletic como usuario es el que revierte parte de los mismos a esos socios. Al final, las piezas han podido encajar porque el mandato de la Asamblea y la postura de esos socios no eran en absoluto incompatibles.
Yo creo que la Asamblea no se refería a un estadio concreto, sino al estadio definitivo. ¿No le preocupa que los socios tampoco lo entiendan y se le rebelen?
Creo que tenemos una labor didáctica para difundir cuál es el proyecto que tenemos entre manos y del que van a disponer los socios del Athletic. Es un derecho de uso permanente y exclusivo de una infraestructura magnífica, a la que no podríamos acceder si fuéramos solos. Cualquier solución en el plano teórico, pero que no se puede ejecutar, no vale. Necesitamos ese estadio construído, lo vamos a tener y garantizo que el Athletic no va a ver menoscabados en absoluto sus derechos de uso; no sólo del terreno de juego, sino de una gran cantidad de espacios complementarios que le van a permitir rentabilizar esa estructura.
No ha sido la única «diferencia de pareceres» con Lakua. Tras el partido ante el Anderlecht, usted criticó la actuación de la Ertzaintza, a Javier Ares no le sentó muy bien y ahí quedó todo. ¿No hay responsabilidades que depurar por ahí?
Hemos tenido una serie de reuniones con Interior para garantizar que situaciones de ese tipo no se vuelvan a producir. Estamos trabajando para que desde principio de temporada tengamos unas zonas de seguridad perfectamente establecidas, con unos números máximos de posibles visitantes, y acabar con la situación de improvisación que hemos tenido este año. Sobre todo viendo un poco el cariz que han empezado a tener los enfrentamientos con determinados equipos en Europa.
A este respecto, y ante la posibilidad cierta de volver a Europa, ¿se puede hacer algo?
Esa impresión de que determinados grupos nos han convertido en una especie de icono respecto al que tienen algo que decir, no es sólo nuestra, también se percibe en ámbitos oficiales. Y confío en que si nos clasificamos, se pueda evitar que la competición tenga otro tipo de connotaciones.
El último «roce» del año nos lleva más lejos, hasta Mallorca, y con denuncia de por medio.
No sé si es «entrar en guerra» o no, pero lo que creo es que si hay un compromiso de pago, hay que atenderlo y si no, dar soluciones. Lo que no se puede es ni pagar, ni dar soluciones y encima hacerse el ofendido. Nosotros sólo tratamos de defender los derechos del Athletic.
El Mallorca viene a Bilbo la semana que viene. ¿Habrá algún acercamiento?
En principio no. De todas maneras, cuando hay una deuda, el mejor acercamiento es hacer algún gesto en relación con el cumplimiento de la obligación pendiente.
Recientemente se ha realizado una encuesta a los socios sobre Lezama. ¿Cuál es el siguiente paso en ese proceso?
Queremos poner en valor los 40 años de Lezama, que se cumplen esta primavera. Queremos recoger lo que es una historia fundamentalmente oral y hacer una compilación de todos esos datos, porque es una historia vital para la pervivencia del modelo de este club.
El resultado más comentado de esa encuesta fue el apoyo a la apertura de Lezama a la diáspora. Su directiva no tiene intención de abordarlo, pero han tenido a un descendiente de esa diáspora realizando una prueba en Lezama.
Se trata de un descendiente de Belaustegigoitia, que vive en México, pero manteniendo unas vinculaciones sentimentales fortísimas con Euskadi y con el Athletic. Y ha estado con un equipo nuestro que, para torneos puntuales, suele acoger a chavales de equipos convenidos y no convenidos para verles. Pero creo que este tema no está suficientemente maduro como para que se pueda acometer. Porque en la encuesta hay un porcentaje importante de socios que puede ser partidario de hacerlo, pero con unos matices de tremendo peso y muy distinta índole. No existe una mayoría rotunda, cualificada, incondicional. Y hay que ser muy prudente en lo que concierne al modelo.
Si algo quedó claro en esa encuesta, es el orgullo que siente el socio por el modelo. Pero cuando se habla de planificación, suenan pocos nombres de Lezama y muchos de otras canteras.
Eso es una cuestión de los medios, pero no del club, y lo digo con rotundidad. En el club se habla de la gente de la cantera, de chavales que van a hacer la pretemporada con el primer equipo... Lezama sigue dando frutos y hay que dejarle trabajar. ¿Que luego se haga alguna incorporación? Eso siempre ha pasado en la historia del Athletic, pero nosotros hablamos de Iñigo Pérez, o Jonás, o Mikel Santamaría.
A veces parece que se tira más de la cantera porque las cuentas van justitas.
No sé. Lo que sí sé es que de los jugadores más cotizados que pudiéramos tener, muchos de ellos son producto de Lezama. No tenemos que ser autocomplacientes, pero creo que se está trabajando bien y que vienen jugadores muy interesantes de Lezama para los próximos años.
¿De haber tenido más dinero, cree que jugadores como Iturraspe, Etxeita o Muniain habrían tenido las oportunidades que han tenido?
No lo sé. Pero sí sé que todos esos jugadores han tenido oportunidades y las han aprovechado gracias a su trabajo y su aptitud. ¿Por qué ocurren las cosas? Es un cúmulo de circunstancias, pero que esos jugadores estén en el primer equipo es por el trabajo de los técnicos y por su esfuerzo, dedicación y entrega. A.U.L.